Capítulo 83 La casa espeluznante
Capítulo 83 La casa espeluznante
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Josué no asistió hoy a ninguna de sus clases extraescolares. En lugar de eso, asumió el papel de acompañante de Liliana y la siguió también hasta la casa del Señor Tamayo.
¿Qué pasa, Lily? -preguntó mientras seguía la linea de visión de Liliana hacia el balcón de la casa de enfrente.
La carita de Liliana se coloreo alterada con el ceño fruncido.
-¿Liliana?-Antonio se detuvo en seco
Valentin Tamayo sintió que el estómago se le revolvía de desesperación al notar la evidente infelicidad de
Liliana.
Oh no. ide que está infeliz ahora la mocosa?».
Miró a su alrededor y vio una planta bonsái demasiado crecida a la derecha de Liliana.
-¿Tal vez ella piensa que la planta es horrible.
-Rapido, lleven la planta al patio ahora mismo! -ordenó Valentin a dos de sus sirvientes antes de acercarse corriendo a Liliana-. Qué ocurre, señorita Liliana?
Liliana permaneció mirando hacia la casa de enfrente con una mano en la cintura.
-Oye! ¡Abuela, arriba! ¡Llevo mucho tiempo aguantandote!-gritó
La anciana se limitó a mirar a Liliana con una sonrisa siniestra. Antonio y el resto siguieron la mirada de Liliana hacia el balcón. Valentin sintió que la piel se le ponia de gallina al comprobar que alli no habia nadie..
-Señorita Liliana, la anciana de esa casa falleció el año pasado… -Valentin tragó saliva.
-La mocosa no puede estar viendo a la anciana de la casa de al lado, ¿verdad?, Le flaquearon las rodillas al pensarlo.
Liliana se volvió hacia Valentin.
-Señor Val, česa también es su casa?-preguntó, refiriéndose a la casa de enfrente.
Miró bien la cara de Valentin antes de volver a mirar a la anciana en el balcón. Se parecian muchisimo. Qué interesante… Los ojos de Valentin se abrieron de par en par.
-¡No… no! Esa casa pertenece a los Ramirez. Ahora que lo mencionas, es una historia bastante trágica para la Familia Ramirez, que también vivia alli….
Valentin hizo una pausa. No pudo evitar sentir como si alguien de la casa de enfrente también lo estuviera observando.
-¿Qué les pasó?-preguntó Antonio,
Valentin suspiró antes de continuar.
-Hace más de diez años, los Ramirez tuvieron una hija que fue asesinada por
su amiga intima. Fl asesinato fue demasiado cruel, y escuché que la policia solo encontró partes de su cuerpo desmembradas,
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Sat, 16 Dec
Capitulo 83 La casa espeluznante
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sin huesos. Los Ramirez solo tenían una hija, y la Abuela Ramirez enloqueció tras su muerte.
La voz de Valentin bajó hasta convertirse en un susurro mientras miraba de izquierda a derecha.
-Pero antes de que atraparan a la chica, la policia encontró su cadáver en una vieja imprenta. Se rumorea que fue el Abuelo Ramirez quien organizó su asesinato. Quizá fue un trabajo limpio o alguien de la policía no tuvo valor para detener al viejo, pero este se libró por falta de pruebas y el caso se cerró. La pareja de ancianos siguió viviendo en la casa, siempre pendientes de cualquier noticia sobre los restos de su hija, pero la anciana fallecio el año pasado,
El Abuelo Ramirez era la única persona que vivía ahora en aquella vieja casa, Valentin sintió un escalofrio mientras relataba la historia a Liliana y su sequito,
-No obligó a la chica a revelar la ubicación de los restos de su hija?-preguntó Antonio.
Valentin nego con la cabeza y bajó la mirada.
-Estoy seguro de que lo hizo, pero nunca obtuvo respuesta.
Pablo apareció de entre las sombras de los altisimos muros de la casa.
-Si mi suposición es correcta, esta debe de ser la casa habitada por el fantasma de la vanidad -comentó,
Era demasiada coincidencia para que Pablo pensara que debía haber algo más. Levantó la cabeza en señal de contemplación. Liliana dio un pisotón impaciente.
-Tio Antonio, quiero entrar… spodemos llamar a la puerta?-suplicó.
Antonio cargó a Liliana en sus brazos mientras hacia un gesto a su ayudante para que se adelantara y llamara a la рцета.
¡Conoce… la Señorita Liliana a la Familia Ramirez–preguntó Valentin, pisando con cautela.
Para ser sincero, no tenía muchas ganas de entrar en la casa de los Ramirez. Inclui habia planteado antes vender su propia casa, pero su adivina le habia dicho que su casa estaba en una buena ubicación que ayudaría a prosperar su negocio, asi que nunca lo hizo. Sin embargo, no esperaba tenu, que entrar nunca en la Residencia Ramirez. Todavia estaba traumatizado por el trágico incidente.
-Pero tio Val… itu madre está ahí arriba!-Liliana comentó inocente.
-¿Qué?-tartamudeó Valentin.
-¡La abuelita de ahí arriba es igualita a ti! -explicó Liliana.
Basándose en la descripción de Liliana, fue entonces cuando Valentin se dio cuenta de que el fantasma que la niña había estado viendo iera el fantasma de su propia madre!
—¡Oh! ¡Venga, entremos ahora mismo! -exclamó al darse cuenta. Cuando Liliana miró a Valentín, él ya estaba corriendo hacia la entrada. ¡Señor Ramirez, soy yo, Valentin Tamayo, su vecino!-gritó en voz alta después de llamar al timbre varias veces sin obtener respuesta.
-Al Señor Ramirez no le gusta que la gente lo moleste, sobre todo despues del fallecimiento de la Señora Ramirez. Hoy en día apenas sale de casa —explico Valentin.
Al fin, tras varios largos timbrazos, una voz cansada y áspera habló a través del interfono de la puerta
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Quien es pregunto la voz.
-Señor Ramirez! Nosotros… Ejem….
Valentin pronto se dio cuenta de que no sabia que
Senior Ramirez para presentarse en su puerta. No podía decirle al Señor Ramirez que dudes et descansando en su balcon. Miro a Liliana
muhud con impotencia.
-Señor Ramirez, se donde están as restos →tijo Limau por el interfono.
No tuvo que decir de quien estaba hablante Hub prolonado silencio en el aire durante unos instantes antes de que el grupo escucha (toma de abru li puemu. La puerta se abrió de manera
automática.
-Adelante…
La voz del Señor Ramirez voltó a vonar por el tono Su voz era suave y debil, aunque algo urgente. El grupo entro a la casa en tila, Jonać zu nemico y se aferro a los pantalones de Antonio mientras daba un paso adelante. Se prome
urbo que esti sera la ultima vez que comereria una imprudencia.
Cuando entraron en el pasillo, Liltana Seno in bem parn nomarse al balcón del segundo piso que estaba justo encima de la puerta pensipal Encontro a la anciana del vestide verde agarrada a las barandillas del balcón, que segu marindalu fye Liliana entrecerro los ojos y devolvió la mirada a la
ancana.
Antonio, que sempre estaba observando a Liana, va pocha adivinar que o a quien habia visto. Por otra parte. Josué sinto uta iminente setisation de parar cuando se asomo al balcón y no encontro a nadie. Se agarro con mas fuerza a ton pannon de nouo. Al sentir que Josué tiraba de la tela de sus pantalones.
Amodio rico al chico.
-De que tienes miedos
Su tono era mas bien plane
-No tengo miedol
codes, tothiso con su propio hijo.
Josué nego con la caben pero no solo los pantalones de su padre. Sin mediar palabra, Antonio ofren pero con petario dos veces. A medida que el grupo se adentraba en la ma empezaron a peribu un desagradable hedor en el aire. Era el tipo de olor asociado a la medicación a los
lamo desde arriba.
-Suban…. estoy en el segundo piso.
Josué salto astungido por la repentina voz, pero Liliana ya corria ansiosa hacia la escalera, armatando a Josue
-Josue rapidol–ella styro
in
Junter se antroje a dominorio principal del segundo piso y empujaron la puerta. La habitacion estaba
pazca de luz solar que se asomaba a traves de las gruesas cortinas. La vestado verde docaba en silencio en un rincón, con los ojos brillantes tipos en Liliana. Lilana pane
bado a la anciana apuntando directo a la cama del Senor Ramirez.
→Sezlor Ramunez, «podria abrir las ventanas? Solo un poco será suficiente. —pregunto Liliana
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Habia una figura tumbada en la cama. Aunque su rostro no era visible, la habitación se llenó de una vibración espeluznante.
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