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Capitulo 81 ¿Cuánto tiempo permaneceré a tu lado?
Capítulo 81 ¿Cuánto tiempo permaneceré a tu lado?
Débora maldecia con maldad.
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-Solo eres una pequeña b’starda! ¡Eres lo más bajo de lo bajo! ¿Y qué si eres la princesita de la Familia Castellanos? ila sangre que corre por tus venas sigue perteneciendo a la sucia basura de los escalones mäs bajos de la sociedad!
Ella albergaba todo ese resentimiento en su interior. Cada palabra que salía de su boca era despiadada y contundente. Pablo frunció el ceño. Con un chasquido de dedos, hizo que un talismán le cerrara los labios.
Que boca más sucia tienes–dijo Pablo con disgusto.
Débora gimió y lloriqueó ahora que ya no podía soltar maldiciones.
-Date una ducha y vete a dormir, Liliana. Yo me ocuparé de ella–dijo Pablo.
La energia resentida y el aura que Débora llevaba consigo ya estaban siendo absorbídas por el frasco. Su cuerpo animico ya no podria mantener su forma. No podría hacerle daño a nadie, pero era mejor que su espiritu se extinguiera. Algo asi no era algo que expondria a Liliana. Liliana parecia querer preguntar más, pero decidió no hacerlo. Obedeció.
De acuerdo, maestro.
Corrio a la habitación con Conejito en brazos, agarró un pijama y se fue al baño. Pablo se dirigió hacia
Débora.
-Tengo curiosidad. ¿Cómo moriste?
-Dijiste que fue Esteban quien lo hizo, así que ¿cómo murió?
Se acarició la barbilla con gran interès mientras la media. Ella se volteó con obstinación. El levantó una ceja.
-Ja, todavía tienes una vena terca, ¿verdad? -Agitó un dedo y apagó la mitad de su alma. Débora soltó un gruñido ahogado de dolor. Solo era curiosidad, no es como si tuviera que saberlo. Si no me lo dices, te mandaré a paseo.
Ella no
otra opción que hablar ahora, pero eso todavia requeria que él quitara el talisman! Solo
entonces se dio cuenta de su error.
-Ja, olvidé que aún lo tenias puesto.
El cansancio y la desesperanza la inundaron. Débora ya no tenia energia para luchar después de que le quitaran el talismán. Solo yacia allí como un pez en una tabla de cortar.
-Esteban me pateó hasta mi muerte….
Sucedió durante la fiesta de cumpleaños de Liliana. Se habían tomado la molestia de visitar a la Familia Castellanos del campo de Ciudad del Sur. Antonio los habia despedido sin piedad en un auto de policia. Esteban le gritaba por interponerse en su camino en el vehiculo y le habia pateado varias veces la cabeza
en su frenesi.
El auto de policia es un auto de prisión especialmente diseñado para escoltar a los presos. Habia
a ambos lados rodeados de barandillas de hierro. Esas barandillas están cerradas… Lo entiendes,
verdad?
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12:51 Sat, 16 Dec
Capitulo 81 ¿Cuánto tiempo permaneceré a tu lado?
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Sus patadas habían sido tan despiadadas que la hicieron chocar de cabeza contra la barandilla de hierro. Fue entonces cuando su cabeza hizo contacto con el candado. El candado atravesó su cráneo y rompió sus arterias craneales. Asi fue como murió.
-Si no hubiera muerto ahi, me habrían encerrado unos días antes de soltarme por difundir rumores. Podria haberme hecho cirugia plástica una vez que me soltaran…
Jonas Castellanos, el chico de oro del cine, iba a ser su objetivo. Una vez cambiada su identidad, SU hermosa apariencia le habría permitido debutar pronto. Después de todo, al que madruga Dios le ayuda. Si eso no funcionaba, siempre podia solicitar un trabajo como niñera para los Castellanos. Podía hacer cualquier cosa para acercarse a Liliana….
Conocía a Liliana lo suficiente como para tratar con ella sin sudar. A los niños se les engaña más fácil. Poner a Liliana de su parte, entrar en la casa y encontrar la manera de meterse en la cama de Jonás… ¡Podria haberse convertido en una dama de la Familia Castellanos! Sus planes se truncaron porque murió.
Pablo soltó una risita y pregunto:
-Entonces, icómo murió Esteban?
Débora esbozó una fria sonrisa.
-¿Qué otra cosa crees? Soy un espiritu resentido que puede asustar a la gente hasta la muerte.
Esteban ya llevaba una vida miserable en la cárcel. Los Castellanos habian sobornado a la prisión para que *se ocuparan de él. Estaba oprimido de manera cruel. Su única fuente de agua potable era el retrete. Sus comidas eran siempre sobras que habían sido escupidas. Se manifestó ante el varias veces para asustarlo y que tuviera incontinencia. Al final, agarró un ladrillo y se rompió la cabeza con él.
Pablo asintió. Liliana ya casi debe haber terminado.
-¿Ya terminaste? No deberías tener otra razón para quedarte ahora.
Débora empezó a protestar.
-Espera, ya te dije todo lo que se i¿Por qué no me dejas ir?!
El levantó una ceja.
-Oh, alguna vez dije que te iba a dejar ir?
Sin esperar su respuesta, chasqueó los dedos y vio cómo ella dejaba de existir. El mundo ya no sufriria por una mujer llamada Débora Montero. El bebé fantasma siguió revolviendose aturdido. Liliana se reunió con ellos en la habitación con su pijama de estampado de cerezas después de ducharse.
-Oye, ¿dónde está la madrastra?
-Se ha ido.
Eso tomó a Liliana por sorpresa.
-¿No tenemos que atraparla?
-Ella ya no puede poner en peligro a nadie. Su alma desaparecerá de la tierra, aunque no la atrapemos. Dejala en paz
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Capitulo 81 ¿Cuánto tiempo permaneceré a tu lado?
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Los infantes fantasmales deben ser guardados de manera temporal en el tarro de las almas. Serán libres de irse una vez que llegue la oportunidad de reencarnarse. Liliana asintió.
-De acuerdo
Llamaron a la puerta. Beatriz entró para regañar a la niña por no dormir todavia y se ofreció a leerle un cuento antes de dormir. La niña se menió obediente en la cama y escuchó a Beatriz leerle un cuento hasta que por fin se durmio. Beatriz alboroto el cabello de Liliana con suavidad y quiso besar a la niña en la frente, pero se vio incapaz de hacerlo. No podia levantarse y Liliana ya estaba dormida,
-Ay. mi edad me está alcanzando. -Beatriz miró a su nieta con desgana- ¿Quién sabe cuánto tiempo podrá permanecer a tu lado este viejo saco de huesos…?
Pablo se apoyo en el borde del camino mientras observaba a la niña dormida. Ella debía de querer preguntar quien era su padre, era natural que se sintiera dolida después de haber sido llamada tan vilmente bistarda.
-Buscando a tu papa, ino? -Pablo sacó su libreta-, Eso es fácil de hacer, solo necesito diez segundos.
Concentró su energia en abrir la última mitad del cuaderno que por lo general no seria capaz de alcanzar. Las venas de su frente ondulaban por el esfuerzo hasta que por fin pasó la página que pertenecia a Liliana.
-Maldita sea… Va a consumir toda mi energia si intento esto cada vez, a menos que se abra sola…
A pesar de sus esfuerzos por abrirla, en la columna de sus padres biológicos se leia:
-Madre – Julieta Castellanos y Padre – N/A.
-Demonios!–
Cerró el cuadernillo para acariciarse el puente de la nariz. Se aclaró la garganta.
-Olvidalo. No necesitas saber quién es tu padre. Es información que no necesitamos.
Liliana, mientras tanto, estaba muy dormida. Soñaba que estaba en medio de una densa niebla en la que apenas podia distinguir sombras de un bosque a lo lejos.
-Por aqui. Liliana. -Sonó una voz profunda y tranquilizadora.
-Papa?
Corrió en dirección al bosque, pero por más que lo intentaba, su destino nunca se acercaba. Se dejó caer en el suelo agotada cuando una risa sono en su oreja.
-Jeje.
Eso la asusto. Fue recibida por una anciana con un vestido de baile victoriano verde en cuanto se dio la vuelta. La anciana se rela
Buses a tu papa? Yo sé quien es. Deja que te diga….
La anciana extendió la mano. Eso despertó a Liliana de inmediato.