Read Ocho peculiares by Lalia Alejos Capítulo 70

Read Ocho peculiares by Lalia Alejos Capítulo 70

Capitulo 70 Miedo a los fantasmas 

Capítulo 70 Miedo a los fantasmas 

La profesora frunció el ceño

-Señorita Gutiérrez. Usted no lo entiende. Lily es diferente

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-A mis ojos, todos los alumnos son iguales. No juzgo a los estudiantes y no me importa si vienen de familias ricas o pobres, Solo me preocupan sus notas

Sonó el timbre. La Señorita Gutierrez tomo su libro de texto y salió de la oficina dando pisotones

La profesora se quedó pasmada. La Señorita Gutierrez tenia prejuicios contra los alumnos con notas bajas. ¿Cómo podía decir que todos los alumnos eran iguales a sus ojos

-Tarde o temprano me voy a meter en problemasexclamó la profesora que acababa de entrar a la oficina. Estaba preocupada

-No se preocupe. Vuelva a clase y vea si Liliana ya volvió. Yo voy a dar una vuelta por el campus para buscarlasugirió la profesora

La Señorita Gutiérrez, por su parte, no se preocupó en absoluto. Solo le preocupaban las notas de sus alumnos. La mayoría de los alumnos de su clase sacaban noventa y seis puntos o más. Sin embargo, para ella solo los alumnos que sacaban la máxima nota eran sobresalientes 

Algunos padres se quejaban de que la Señorita Gutierrez era demasiado agresiva porque siempre les ponia deberes extra. Sin embargo, parecia que sus alumnos sacaban notas mucho más altas que los de otras clases. Por eso, nadie se atrevia a volver a quejarse

Liliana estaba tan llena que no pudo evitar eructar. Al oir eso, Josué se quedó boquiabierto

-¿Estás llena ahora? Deja de seguirme mañana, čestá bien 

-No estoy aqui para comerrespondió Liliana. 

-Eh? ¿Y por qué me seguías entonces?-preguntó Josué, confundido

-Para atrapar espiritus fantasmas!-exclamó Liliana

Al oir eso, Josué se quedó estupefacto. De repente, recordó el feo espiritu femenino que vio un día antes 

en el baño

¿Qué? ¿Qué dijiste? -pregunto Josué. No pudo evitar parpadear

-¿Tienes miedo, Josué?-se burló Liliana

-No, no tengo miedo. No estoy asustado. Solo tengo curiosidad por lo que acabas de decir sobre espiritus fantasmas

Aloir eso, Liliana se rio entre dientes. Luego se acercó a Josué y le susurró al oído

-Estoy aqui para atrapar al espíritu maligno. Se está desparramando sobre la cabeza de Carolina y succionando la energia de su cuello. Es como cuando uno sorbe una malteada

De inmediato, Josué se imaginó cómo se sorbe un batido y no pudo evitar estremecerse

De repente, sopló una ráfaga de viento frio y Josué sintió escalofrios. Enseguida, se cubrió el cuello

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12:49 Sat, Jec 

Capítulo 70 Miedo a los fantasmas 

nervioso

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-¿Pueden salir los espiritus malignos a plena luz del día

Liliana asintió

-Si. En realidad, hay tres tipos de espiritus fantasmas en el mundo. Los primeros tipos son como el espiritu femenino feo que viste ayer. Se les conoce como espíritus errantes. Este tipo de espiritus mueren por causas no naturales. No pueden reencarnar y siguen vagando aquí y allá

El rostro de Josué se puso pálido en cuanto escucho eso, Recordó al espiritu femenino del dia anterior que casi lo mata de un susto

Liliana continuó

-Los segundos tipos son los espiritus resentidos. Murieron de manera trágica. Apareceran de la nada y te asustan de repente. El tercer tipo son los espiritus malignos. Son muy feroces. Se comen a la gente. Los espiritus errantes y resentidos no pueden salir durante el dia. Pero los espiritus malignos si. Son muy feroces 

Al oir eso, Josué se quedo mudo. Enseguida, le tapó la boca a Liliana con la mano para que dejara de hablar

-Detente, ya escuché bastante. Deja de hablar ya

Liliana no pudo evitar murmurar. Ella queria continuar

Josué miró al cielo y vio el sol ardiente

¡No puede haber ningún espiritu fantasma vagando a plena luz del día!– 

Pensando en eso, Josué soltó a Liliana

-Josué, está bien que te asusten los fantasmas! ¡No hay nada de que avergonzarset 

-¡Deja de hablar!-la reprendió Josué 

-Josué, ¿por qué les tienes miedo de los espiritus fantasmales? ¡Eres tan inteligente! No deberías tener miedo de los fantasmas

Liliana, que casi siempre era callada, se volvió parlanchina. Pablo debía de haber influido en ella

-Verás. Los espíritus fantasmales no dan miedo en absoluto. Son como los seres humanos, salvo que sus globos oculares sobresalen un poco y, a veces, se les caen las extremidades

Josué no aguanto más y tomó un caramelo y se lo metió a Liliana en la boca

Por fin, Liliana se quedó callada. Masticó el caramelo con entusiasmo

El caramelo es tan dulce! Està riquísimo

Justo en ese momento, la profesora de clase vio a Liliana y Josué con las mochilas a la espalda justo en la puerta del colegio

Liliana! ¡Josué! ¿Dónde estaban? ¿No escucharon el timbre

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Capítulo 70 Miedo a los fantasmas 

-Tenia hambre y Josué me llevo a comerbalbuceo Liliana, todavia masticando el caramelo en su boca

-¡No! La Señorita Gutiérrez nos echo de su clase hace un momentoconfesó Josué burlandose

Le contó a la coordinadora lo que había pasado y le pidió que llamara a su padre para que los recogiera

Josué no queria volver a clase. Recordó lo que dijo Liliana sobre el espiritu maligno que se desparramó sobre la cabeza de Carolina. Tenia miedo de volver a clase

La profesora se sobresalto cuando Josue quiso llamar a Antonio 

-Josué puedes por favor llevar a Liliana de vuelta a la clase primero

-Está bien! Josue y yo volveremos juntos a claseasintió Liliana obediente

Josué no tuvo más remedio que seguir a Liliana de vuelta a la clase. No queria que Liliana se riera de el

En cuanto Josué entro a la clase, miró a Carolina. En ese momento, Carolina levantó la cabeza y le sonrio. Sin embargo, Josue sintió de repente un escalofrio de miedo recorriendole la espina dorsal

Carolina lo miraba fijo y su rostro parecia sombrio Daba miedo Josue aparto la mirada enseguida. No tuvo más remedio que volver a su asiento lo mas rapido que pudo 

El espíritu vanidoso que se desparramaba sobre la cabeza de Carolina susurra de nuevo 

-Mira, Josué te miro en cuanto entro en clase. Debes de gustarle tambien. Carolina Parece que le gustas a todo el mundo

Aloir eso, Carolina se sintió orgullosa de si misma. 

Liliana se acercó a Carolina y le echo un vistazo al espiritu de vanidad

-Se va a llenar? -preguntó

-¿Puede un fantasma tan grande llenar el frasco de las almas

Qué? ¿Qué dijiste

Carolina se dio la vuelta con el ceño fruncido. Justo en ese momento, entró la profesora de la clase

-Buenos días, chicos y chicas. Empezamos ya la clase! De acuerdo. Pasen a la página veinte. Es un poema largo. Reciten después de mi, ide acuerdo

Sin embargo, Carolina levantó la mano y dijo

Dejeme recitar el poema. ¡Puedo recitarlo de memoria

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Read Ocho peculiares by Lalia Alejos

Read Ocho peculiares by Lalia Alejos

Score 9.9
Status: Ongoing Released: 12/16/2023 Native Language: Spanish
Ocho Peculiares" by Lalia Alejos is a captivating novel that intricately weaves together the lives of eight peculiar characters, exploring the depths of their eccentricities and the interplay of their destinies in a rich narrative that transcends conventional storytelling boundaries.  

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Detail Novel

Title: Read Ocho peculiares by Lalia Alejos
Publisher: Rebootes.com
Ratings: 9.3 (Very Good)
Genre: Romance, Billionaire
Language: Spanish    
 

Read Ocho peculiares by Lalia Alejos

Capítulo 1

Ciudad Lavanda, primera zona residencial; Mansión Juárez. Hoy era el festival de las linternas. Luces de colores estaban decoradas alrededor de la casa, dando un toque de calidez a la fría atmósfera de la Familia Juárez. De repente, un grito resonó por toda la mansión. —Ay. Seguido de un ruido sordo, ¡una mujer embarazada cayó por las escaleras! Todos se sorprendieron y corrieron hacia ella. Esteban Juárez, presidente de la Corporación Ador Juárez, preguntó rápido: —Débora, ¿estás bien? El rostro de la mujer palideció al ver la sangre fresca que le corría por las piernas. Horrorizada, respondió: —Esteban, me duele... Nuestro bebé... ¡Rápido, salva a nuestro bebé! La madame de la casa, Paula Andrade, presa del pánico, preguntó: —¿Qué sucedió?
Débora miró hacia lo alto de las escaleras con lágrimas en los ojos. Todos levantaron la vista y vieron a una niña, de unos tres años, de pie en lo alto de la escalera. Al ver la mirada de todos, abrazó con fuerza el conejo de juguete que tenía en los brazos, asustada. Ricardo Juárez rugió furioso: —¿Fuiste tú quien empujó a Débora? La niña hizo un berrinche. —No fui yo, y yo no... Mientras lloraba, Débora suplicó: —No... Papá, no es culpa de Liliana. Todavía es joven, y ella no quería... Sus palabras reafirmaron rápido que era culpa de Liliana. Los ojos de Esteban se oscurecieron, y ordenó de inmediato: —¡Enciérrenla en el ático! Me ocuparé de ella en cuanto regrese. El otro se apresuró a enviar a Débora al hospital mientras los sirvientes arrastraban a Liliana escaleras arriba. Incluso cuando se le cayó un zapato, mantuvo un rostro obstinado y no suplicó ni gritó pidiendo ayuda.

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