Read Ocho peculiares by Lalia Alejos Capítulo 150

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Capítulo 150 Racha de suerte

Era una noche acogedora. Varios bares descuidados de la zona de viviendas populares rebosaban de clientes. Por encima del bullicio estaban los departamentos comunitarios, uno de los cuales se llamaba habitación de cuidados.

En el cuarto piso, un hombre sin dedos se desplazaba por su teléfono de manera frenética. No era otro que Ibero. En treinta minutos, su video fue visto más de un millón de veces y recibió setenta mil likes. Pero justo antes de convertirse en viral, recibió una notificación. Su video había sido retirado por infringir las normas de la plataforma.

«¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?».

Ibero estaba furioso. Censuró la parte sangrienta poniendo un filtro monocromático.

-lArgh!..

Ahora, isu audiencia habia desaparecido! Ibero revisó otras cuentas. Un imitador se arrodilló sobre una cáscara de durián. Consiguió cien mil seguidores. El hombre empezó entonces a promocionar el durián. A juzgar por las ventas que cerró en los dos últimos días, acababa de ganar unos treinta mil.

-¡Que se vayan al diablo esos imitadores! -maldijo Ibero.

Otro imitador se arrodilló sobre fragmentos de cerámica y lloró de manera angustiosa. Luego empezó a promocionar todo tipo de tazas de cerámica, con gran éxito.

-Yo lo hice mejor. Me corté los dedos dijo Ibero con vehemencia-. Pero solo tengo unos diez mil seguidores. Eso no es justo.

El repentino aumento de su popularidad lo hizo sentirse superior. Necesitaba publicar otro video antes de que su público se pasara al siguiente gran éxito. De repente, se encontró con un video titulado: ¡Atrapan a un mujeriego in fraganti!. Era desde el punto de vista de un espectador e Ibero pensó en Liliana.

-¡Si! Se le ocurrió una idea.

Ibero guardó y editó el video en profundidad. Luego le dio un título: Liliana es atrapada in fraganti. ¿Tiene tres novios?. Ese título tan tendencioso seguro que atraería a los espectadores. Y como esperaba, su número de seguidores se disparó.

Todo el mundo compartía y comentaba el video. Ibero fue lo bastante listo como para insertar un anuncio en él. Y con un alto número de visitas, iba a recibir un gran pago.

Eres una máquina de hacer dinero, Liliana -dijo Ibero con avidez.

En la penumbra de la habitación, la sonrisa perversa de Ibero se reflejaba en la pantalla de su computadora. Al día siguiente, Ibero se despertó con los ojos inyectados en sangre. Lo primero que fue ver su teléfono.

hizo

–¿Tres mil doscientos sesenta y ocho en un día? ¡Cielos! -Ibero saltó de su cama-, Tres mil al día… Eso son unos cien mil al mes.

-Entonces, para que trabajar de nueve a cinco?».

Ibero presentó de mmediato su renuncia. Alguien tocó la puerta de Ibero con impaciencia.

-¡lbero! ¿Cuándo vas a pagar la renta? Ya me debes varios meses de renta. –Afuera de la habitación, la corpulenta casera, Gema Soler, daba golpecitos con los pies. Este Ibero lleva seis meses sin pagar la renta. O me evita o finge que no está en casa. ¿Voy a cobrar hoy la renta?

Ibero vivia en el departamento 404, Daba directo a la escalera y estaba lejos de las ventanas.

Su alquiler es de cuatrocientos cincuenta al mes. Seis meses de alquiler atrasado ascienden a dos mil setecientos en total y teniendo en cuenta las tasas de los servicios públicos…”.

-Me debes tres mil doscientos sesenta y ocho en total, Ibero.

Gema volvió a tocar a la puerta, aunque no esperaba que Ibero respondiera. Sabía lo holgazán que era el hombre. Y lo malo que era con las finanzas. A pesar de sus mediocres ingresos, derrochaba en cigarrillos y videojuegos.

La mujer suspiró, justo cuando Julieta, que estaba sobre su hombro, estornudó. De repente, Gema escuchó ruidos de arañazos detrás de la puerta.

-Dame un segundo. La puerta del departamento 404 se abrió de golpe. Ibero, con el cabello despeinado y los ojos inyectados en sangre, gimió-: ¿Quieres dejarme en paz? ¿Cuánto quieres?

Gema se sorprendió.

-¿Ahora Ibero está dispuesto a pagar? Entonces hoy es un gran día».

-Tres mil doscientos sesenta y ocho en total respondió Gema.

Ibero se quedó petrificado al escuchar esa cifra. Era con exactitud lo que había ganado el día anterior. El joven sacó su teléfono y envió el dinero a Gema de mala gana. Contempló su sala de estar, mal ventilado y sin luz, y tomó nota de que se mudaría en cuanto ganara más dinero.

Gema garabateó algo en su libreta.

-Si te quedas, acuérdate de pagar la renta el mes que viene. Siempre desapareces.

Ibero puso los ojos en blanco y se fue dando un portazo. Murmuró para si:

-Me mudaré a una zona residencial de lujo cuando sea rico.

Gema metió su cuaderno en la bolsa de las compras y se estiró.

-¡Hecho!

Al bajar del edificio, vio a unos cuantos ancianos que pasaban el rato con sus nietos.

Gerna. lograste cobrar la renta hoy? -preguntó uno de ellos.

–Si, lo hice.

El grupo de ancianos jadeó.

-Increíble. eso es un milagro.

Verdad? Gema asintio con entusiasmo.

Al darse cuenta de que el cicle que había estado mascando se había quedado sin sabor, lo escupió y aterrizo como por arte de magia en un bote de basura.

—Maldita sca.

Gema estaba desconcertada. Debido al dulzor del chicle, Gema quiso beber agua. Entonces entró en una tienda.

Tienes tu renta? -preguntó el tendero.

-Mmm…..

Mientras el agua se deslizaba por la garganta de Gema, vio el tapón de la botella. Su mensaje la hizo toser el agua que había consumido.

-Por favor, no me salgas con que dice -ganaste una botella gratis–dijo ansioso el tendero.

-No…

-¡Menos mal! -El tendero se sintió aliviado-. Durante los últimos días, tu suerte ha estado tan loca que siempre consigues otra botella gratis.

Gema sonrió disculpándose antes de mostrarle al tendero el tapón de la botella.

-Dice -ganaste diez botellas gratis».

El tendero le arrebató el tapón de la mano de Gema y le echó un vistazo. Gema tenía razón. Decía diez botellas gratis.


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Score 9.9
Status: Ongoing Released: 12/16/2023 Native Language: Spanish
Ocho Peculiares" by Lalia Alejos is a captivating novel that intricately weaves together the lives of eight peculiar characters, exploring the depths of their eccentricities and the interplay of their destinies in a rich narrative that transcends conventional storytelling boundaries.  

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Detail Novel

Title: Read Ocho peculiares by Lalia Alejos
Publisher: Rebootes.com
Ratings: 9.3 (Very Good)
Genre: Romance, Billionaire
Language: Spanish    
 

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Capítulo 1

Ciudad Lavanda, primera zona residencial; Mansión Juárez. Hoy era el festival de las linternas. Luces de colores estaban decoradas alrededor de la casa, dando un toque de calidez a la fría atmósfera de la Familia Juárez. De repente, un grito resonó por toda la mansión. —Ay. Seguido de un ruido sordo, ¡una mujer embarazada cayó por las escaleras! Todos se sorprendieron y corrieron hacia ella. Esteban Juárez, presidente de la Corporación Ador Juárez, preguntó rápido: —Débora, ¿estás bien? El rostro de la mujer palideció al ver la sangre fresca que le corría por las piernas. Horrorizada, respondió: —Esteban, me duele... Nuestro bebé... ¡Rápido, salva a nuestro bebé! La madame de la casa, Paula Andrade, presa del pánico, preguntó: —¿Qué sucedió?
Débora miró hacia lo alto de las escaleras con lágrimas en los ojos. Todos levantaron la vista y vieron a una niña, de unos tres años, de pie en lo alto de la escalera. Al ver la mirada de todos, abrazó con fuerza el conejo de juguete que tenía en los brazos, asustada. Ricardo Juárez rugió furioso: —¿Fuiste tú quien empujó a Débora? La niña hizo un berrinche. —No fui yo, y yo no... Mientras lloraba, Débora suplicó: —No... Papá, no es culpa de Liliana. Todavía es joven, y ella no quería... Sus palabras reafirmaron rápido que era culpa de Liliana. Los ojos de Esteban se oscurecieron, y ordenó de inmediato: —¡Enciérrenla en el ático! Me ocuparé de ella en cuanto regrese. El otro se apresuró a enviar a Débora al hospital mientras los sirvientes arrastraban a Liliana escaleras arriba. Incluso cuando se le cayó un zapato, mantuvo un rostro obstinado y no suplicó ni gritó pidiendo ayuda.

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