Read Ocho peculiares by Lalia Alejos Capítulo 138

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Capítulo 138 Los espíritus ancestrales llegaron a tocar la puerta Humillación (parte 1)

La abuela de Raimundo lloró durante un tiempo sin que nadie se preocupara por ella. Raimundo estaba viendo dibujos animados al lado. Pateó los objetos de la mesa con frustración:

-Eres muy ruidosa! ¿Puedes ser un poco más silenciosa?

La abuela de Raimundo tuvo que bajar la voz. El padre de Raimundo sostenía el teléfono y decia con angustia:

-No sé qué está pasando. El Señor Mendoza no contesta el teléfono.

El padre de Raimundo se referia al Señor Tristán de la Familia Mendoza. La madre de Raimundo suspiró:

-Necesitamos a alguien dispuesto a respaldarnos. Este asunto se está poniendo serio. La Familia Castellanos no nos perdonará con tanta facilidad. Llevar a nuestra familia a la bancarrota es tan fácil como quitarle un pelo a un gato para ellos.

Antes pensaban que la justicia estaba de su parte. Si la Familia Castellanos los hacía quebrar, podrían exponer el asunto en Internet, criticando a estos por hacer lo que les daba la gana con el dinero y las influencias. Sin embargo, fueron condenados por el público. Internet solo respondía con ovaciones, aunque la Familia Castellanos los llevara a la quiebra.

Los padres de Raimundo estaban muy arrepentidos. ¡La abuela de Raimundo causó tanto daño a la familia!

La despreciable anciana dijo sin dudar:

-Soy muy cercana a Juliana. ¡Déjame llamarla! -Cuando terminó de hablar, la abuela de Raimundo sacó el teléfono. Marcó el número varias veces antes de conseguir hablar. La anciana sonrió de inmediato y dijo -Hola, Abuela Mendoza, soy yo….

Juliana respondió enfadada:

-Deje de llamarnos. ¿Acaso intenta arruinar a mi familia?

Después de decir esto, Juliana no explicó los motivos y colgó la llamada. La abuela de Raimundo estaba estupefacta.

-La Familia Mendoza es influyente. ¿Por qué le temen a la Familia Castellanos?

Sin que la abuela de Raimundo lo supiera, la Familia Mendoza estaba atemorizada. Después del 60 cumpleaños, la Familia Mendoza se sintió humillada. Las familias prominentes, que antes habían buscado la cooperación empresarial con ellos, ahora habían huido.

Sus orgullosas relaciones con los funcionarios del gobierno se rompieron. En primer lugar, la Familia Mendoza difundió en secreto la noticia de que Braulio era su nieto. No obstante, Braulio les dio una lección y les cerró la boca. La Familia Mendoza no tuvo otra opción que buscar la colaboración de familias menos conocidas que entonces no estaban presentes.

Al principio, pensaron que esas familias no estaban calificadas cuando enviaron las invitaciones, pero la mitad de ellas las ignoraron. La posición de la Familia Mendoza era inestable, parecía acercarse su caida

como las hojas de los árboles durante el otoño.

Entonces, la Familia Mendoza encontró por fin a la familia de Raimundo, que tenía algunos contactos y era fácil de influenciar. Sin embargo, la familia de Raimundo acabó teniendo problemas con Lihana!

Cuanto más pensaba Juliana en ello, más se agitaba. Juliana dijo frustrada:

–Liliana dijo que me reconocería como su bisabuela, pero ahora ni siquiera le importa. Ha sido malagradecida, incluso desde joven.

Juliana lo lamentó bastante. Si hubiera reconocido a Liliana como su bisnieta, isería la mujer de los Mendoza más influyente de Terradagio! Todo el mundo tendría que saludarla con humildad como la Abuela Mendoza. iLa situación habría sido tan triste!

Fue una noche de insomnio para mucha gente. La abuela de Raimundo daba vueltas en la cama, sintiéndose cada vez más agraviada mientras pensaba en el problema. Pensó que solo estaba protegiendo a su nieto, insistiendo en que ella no tenia la culpa.

La anciana al final se durmió después de dar vueltas en la cama durante casi toda la noche. En cuanto cerró los ojos, vio a una persona vestida de blanco y de tez pálida. La persona estaba de pie frente a ella, fijando la mirada en la anciana. La abuela de Raimundo estaba aterrorizada y de inmediato abrió los ojos.

-Oh cielos… La mujer se acarició el pecho-: Es solo un sueño…

Las ventanas se cerraron de golpe. Algo cayó. La abuela de Raimundo volteó por instinto hacia ese lugar. Se quedó petrificada por lo que vio. La anciana distinguió una hilera de personas, que vestían ropas fúnebres, de pie y rígidas en fila frente a la ventana.

Aparecieron con ropas fúnebres verdes, azules e incluso rojas. Vieron con frialdad a la abuela de Raimundo. El viento se llevó las cortinas. Se reunieron en la habitación a través de la ventana en un abrir y cerrar de ojos.

La anciana gritó. Percibió una sensación de calor en la cama. Parecía que se había orinado encima.

-¡Ayuda….! ¡Ayúdenme! -La abuela de Raimundo intentó levantarse y huir. Sin embargo, perdió las fuerzas y cayó al suelo. Presa del pánico, luchó por salir mientras gritaba-: Sálvenme… ¡Aqui hay fantasmas!

Un par de zapatos que no tocaban el suelo aparecieron en su visión. Empezó a sollozar de miedo. Se inclinó temblando hacia delante, solo para ver un par de ojos que la veían de frente. La persona le resultaba familiar. Era su antigua suegra, a la que había combatido con uñas y dientes.

-Suegra…

La abuela de Raimundo estaba aterrorizada. La suegra la vio con desprecio y apretó los dientes. -iDolores! ¿No estás satisfecha de cómo has arruinado a nuestra Familia Medina?

Los antepasados de la Familia Medina observaron con frialdad a Dolores. La puntuación del sistema de reencarnación era sencilla. Cuanto mayor era el mérito de uno, más rápido se reencarnaba. Los antepasados de la Familia Medina habían cometido muchas fechorías en vida. Tuvieron que permanecer como fantasmas para expiar sus pecados.

Justo cuando pensaban que estaban a punto de pagar sus pecados y reencarnarse, les sucedió una terrible sorpresa. Todos fueron invocados para volver a ser fantasmas. Los antepasados de la Familia Medina la regañaron:

—ilna mala esposa arruina la familia! ¡Ese es un gran pecado!

-Tenemos que impedir que arruine a la Familia Medina. ¡Arrastrémosla al más allá con nosotros!

Los ancestros de la Familia Medina sermonearon y regañaron. Una esposa poco virtuosa perjudicaba a la familia. Dolores volvió loca a la generación anterior. Entonces, la mujer causó la muerte de su marido. Más tarde, Dolores malcrió de modo terrible al nieto.

Los antepasados de la Familia Medina trabajaron de manera diligente en el inframundo para acumular méritos, concediendo a la Familia Medina una nuera virtuosa. Dolores se puso en contra de la nuera. Incluso persuadió al nieto para que no le hiciera caso a su madre, convirtiéndolo en un niño malcriado. Los que tenían méritos ya se habían reencarnado. Incluso dejaron méritos para bendecir a sus descendientes.

Los antepasados de la Familia Medina no pudieron encontrar la paz ni siquiera después de la muerte. La Familia Medina rezó pidiendo la bendición de los antepasados. Sin embargo, ¿qué podían hacer los antepasados de la Familia Medina en su situación?

Los ancestros agarraron la pierna de Dolores, arrastrándola fuera de la habitación.

-¡Ven con nosotros!

Dolores gritó:

-¡No! Ayúdenme… ¡Que alguien me ayude! ¡No quiero morir! ¡Aún no he vivido lo suficiente…! -Sono un grito agónico.

No obstante, los padres de Raimundo habían acudido a la oficina esa noche debido a una llamada telefónica. Raimundo estaba profundamente dormido. De la casa solo quedó el grito aterrorizado de Dolores.

Al día siguiente, Raimundo se encontró hambriento después de despertarse. El niño tocó la puerta de la habitación de Dolores, pero no obtuvo respuesta. En cuanto el niño entró en la habitación, sintió un hedor nauseabundo. Entonces, vio a Dolores tendida en el suelo. Tenía la boca torcida y los ojos desorbitados.

Raimundo estaba aterrorizado y salió corriendo mientras gritaba:

-Mamá, mami… ¡La abuela se convirtió en un fantasma!

Los problemas financieros de la Familia Medina salieron a la luz de la noche a la mañana después de ser denunciados. Sus bienes fueron congelados, dejándolos en un estado de angustia.

Dolores sufrió un derrame cerebral en medio de la desgracia. Aunque la anciana seguia viva, estaba postrada en cama, incapaz de cuidar de sí misma. La nuera no cuidaba bien de Dolores debido a la mala actitud de esta hacia ella en el pasado.

La anciana sufría mucho, sintiendo que estar viva era aún más insoportable que la muerte. Dolores al final aprendió la lección, sintiéndose arrepentida. Las lágrimas corrían por su rostro, con saliva y moco mezclándose con estas.

34

Fo comparación con Dolores, las celebridades de Internet que se montaron en la tendencia para ganar popularidad no acabaron mejor. Algunos fueron encarcelados. A algunos les prohibieron sus cuentas. Algunas tuvieron que pagar indemnizaciones monetarias. Sus lamentos llenaron Internet. Se arrepintieron demasiado porque la Familia Castellanos los hizo responsables.

La Familia Castellanos es la más rica, con una posición por encima de nosotros. Somos pequeños. ¿Por qué los hombres poderosos se molestan en pedirnos cuentas?».

«Es como un elefante pisoteando a las hormigas. ¿No es demasiado mezquino?».

Si, tenemos la culpa de difundir falsos rumores, pero al principio no sabíamos la verdad…..

No hay que responsabilizar a los ignorantes. Unos pocos malentendidos no dañarán su vida. ¿Por qué quieren enviarnos a la cárcel?».


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Score 9.9
Status: Ongoing Released: 12/16/2023 Native Language: Spanish
Ocho Peculiares" by Lalia Alejos is a captivating novel that intricately weaves together the lives of eight peculiar characters, exploring the depths of their eccentricities and the interplay of their destinies in a rich narrative that transcends conventional storytelling boundaries.  

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Detail Novel

Title: Read Ocho peculiares by Lalia Alejos
Publisher: Rebootes.com
Ratings: 9.3 (Very Good)
Genre: Romance, Billionaire
Language: Spanish    
 

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Capítulo 1

Ciudad Lavanda, primera zona residencial; Mansión Juárez. Hoy era el festival de las linternas. Luces de colores estaban decoradas alrededor de la casa, dando un toque de calidez a la fría atmósfera de la Familia Juárez. De repente, un grito resonó por toda la mansión. —Ay. Seguido de un ruido sordo, ¡una mujer embarazada cayó por las escaleras! Todos se sorprendieron y corrieron hacia ella. Esteban Juárez, presidente de la Corporación Ador Juárez, preguntó rápido: —Débora, ¿estás bien? El rostro de la mujer palideció al ver la sangre fresca que le corría por las piernas. Horrorizada, respondió: —Esteban, me duele... Nuestro bebé... ¡Rápido, salva a nuestro bebé! La madame de la casa, Paula Andrade, presa del pánico, preguntó: —¿Qué sucedió?
Débora miró hacia lo alto de las escaleras con lágrimas en los ojos. Todos levantaron la vista y vieron a una niña, de unos tres años, de pie en lo alto de la escalera. Al ver la mirada de todos, abrazó con fuerza el conejo de juguete que tenía en los brazos, asustada. Ricardo Juárez rugió furioso: —¿Fuiste tú quien empujó a Débora? La niña hizo un berrinche. —No fui yo, y yo no... Mientras lloraba, Débora suplicó: —No... Papá, no es culpa de Liliana. Todavía es joven, y ella no quería... Sus palabras reafirmaron rápido que era culpa de Liliana. Los ojos de Esteban se oscurecieron, y ordenó de inmediato: —¡Enciérrenla en el ático! Me ocuparé de ella en cuanto regrese. El otro se apresuró a enviar a Débora al hospital mientras los sirvientes arrastraban a Liliana escaleras arriba. Incluso cuando se le cayó un zapato, mantuvo un rostro obstinado y no suplicó ni gritó pidiendo ayuda.

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