Read Ocho peculiares by Lalia Alejos Capítulo 108

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Capítulo 108 Ya era invencible antes de nacer 

Capítulo 108 Ya era invencible antes de nacer 

+3 Cupones 

Cuando Antonio terminó de hablar, sus párpados se agitaron por alguna razón. Recordó la promesa de Leandro

-No se preocupe. No le pasará nada a la señorita

Antonio estabilizó su mente, entró con tranquilidad en la mansión entre las miradas de todos y subió. Hugo estaba descontento y dijo insatisfecho

-¡Lleva tanto tiempo llevándose a Liliana, pero ni siquiera pudo traerla de regreso

Eduardo asintió con aprobación

-Si fuera yo, no existiría ninguna posibilidad de que Braulio Mendoza me quitara a Liliana. ¡Podría derribarlo con una mano

Jonás se ajustó las gafas, pero no dijo nada. De hecho, si a los Castellanos no les agradara Braulio, ya habrían salido por Liliana. Después de todo, fue porque Braulio pasó su primera prueba. Aunque se apellidaba Mendoza, no se alió con la Familia Mendoza de Terradagio. Era leal al pueblo y al país y volveria si lo llamaban para la batalla, asi que también pasó la prueba de carácter

Mientras tanto, Braulio abrazaba a Liliana y miraba a los dieciocho jefes de sala y tenientes generales en la sala principal. Su expresión era fria y solemne. Les presentó a Liliana

-¡Permitanme presentarles a mi hija, Liliana, señorita de la Familia Mendoza! A partir de ahora, obedezcan y hagan todo lo que ella les pida. No importa la hora, protegerla es siempre la primera regla

Todos respondieron con pulcritud

-¡Si, señor

Todas esas personas eran compañeros de Braulio. Empezaron a seguirlo cuando vagaba y todos eran sus leales confidentes. La Familia Mendoza era independiente y se convirtió en una familia oculta que podía competir con las familias influyentes heredadas de otros países. Podian luchar por el pai 

los funcionarios les resultaba inconveniente resolver algún problema, podían hacerlo a su antojo. Todos los que estaban en la sala eran peces gordos que podían arreglar cualquier cosa por mismos. Braulio puso un ungüento medicinal en la frente de Liliana, pero se descuidó. Lo aplicó demasiado e hizo pareciera ensangrentada porque era como tinta roja. De repente, Liliana levantó la mano y corrigió

-¡Soy la Pequeña Señorita, no la señorita

que Liliana 

Aunque ya no era una niña de tres años, solo tenía cuatro. Señorita era solo para adultos, así que ella era Pequeña Señorita. El rostro de Liliana era tan solemne que un maestro de sala de la primera fila se puso a reír. Tenía un carácter travieso, así que le preguntó a Liliana

iPequeña Señorita, es increíble! ¿Le gustaría hacer un espectáculo

Al ver que la expresión de Braulio se suavizaba, el resto de los maestros de sala siguieron su ejemplo. Nunca vieron a ninguna mujer al lado de Braulio. Al ver a Liliana, la hija de Braulio, todos se sintieron como si fueran los tíos de ella. Estaban felices de comunicarse con una linda niña. Liliana ladeó la cabeza y pensó

¿Está todo bien? No fui al jardín de niños. No cómo hacer un espectáculo

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Capitulo 108 Ya era invencible antes de nacer 

Todos aplaudieron con energia y animaron a Liliana. No importaba si el mata bailaba. De rodos modios, la escena debía ser bonita. Justo cuando todos pensaban que Liliana que representar el espectaculo que una niña pequeña deberia representar, ella mina sanainediation y se dirigio hacia unos Badrillos de piedra que estaban bajo el alero

-Yah

Liliana en un instante rompió un ladrillo de piedra con su mama desnud. Ühes los maestros de sala y lo Tenientes generales se quedaron sorprendidos

Vayal

La sonrisa se congeló en el rostro de Braulio. Liliana los mir 

¿Por qué están pasmados? ¿No lo vieron?– 

Liliana tomó otro ladrillo y lo rompic

-Yah

Todos se sintieron asombrados de nuevo, Braulio muitine ahma hos dias 

Resulta que mi hija es muy poderosabe 

Liliana hizo un puchero de disgusto

-¿Es que mi espectáculo no es bueno

¿Por que no aplaudieron todos?– 

Después de que Braulio diera una serial a los demas apinucieron con energia. Uno de los maestros de sala dijo

-La Pequeña Señorita es, en efecte, la hinc Sermon Windoza… 

Se quedaron estupefactos. Aunque elles patiam purta ladrillos con las manos desnudas, ya que solo se necesitaban años de practica y la propia fenfisien. Liliana solo tenia cuatro añ 

-Dios mío, dla Pequeña Señoritas en unes die nacer

-¡No! ¡Ella ya era invencible antes de man! Indluso era poderosa desde el principio del espermal 

-¡Eh! ¡No digas eso delante de ummmm

Aquel hombre se calló de inmeditu. Lillianassintió curiosidad y preguntó

-¿Qué es un espermat 

Al instante, la sala se lleno de toess avergonzadas. Braulio entrecerró un poco los ojos. Parecia tranquilo, pero no podia ocultan un mass die orgullo

-¡Bueno, no está mal!! Pinutos e intenta aplastar el cerebro del enemigo con las manos desnudas

Todos se quedaron boquialbieness

«Señor Mendoza, por favor, masuste alla Pequeña Señorita. ¡No se puede enseñar a una linda niña

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12:57 Sat, 16 Dec 

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aplastar el cerebro del enemigo!»

Pronto, Liliana capturó con éxito el amor de todos. A los jefes de sala les gustaba tanto Liliana que todos querian llevarla a visitar la villa de los Mendoza. Braulio preguntó con frialdad

-No tienen nada que hacer

Todavia quiero abrazar a mi hija. No nos molesten»

A todos no les quedó más remedio que ir a trabajar a regañadientes. Braulio levantó a Liliana y dijo

Vamos! Es hora de llevarte de regreso

Liliana asintió

¡Quiero comer la comida de la abuela!»

Braulio caminó hacia el todoterreno con normalidad, pero de repente recordó algo. Arrugó la frente y dijo

-No llevaremos este auto

Liliana miró al fantasma femenino, que estaba esperando en el asiento trasero, y preguntó a Braulio

-¿Por qué

Braulio dijo de forma rotunda

-Está sucio

Liliana solo entendió un poco

«El auto está limpio. ¿Podria ser que papá se refería a esa mujer fantasma? Pero papá no podía verla.. 

Liliana se sintió extraña. Se inclinó hacia el oído de Braulio y le susurró

-Papá, ¿puedes ver a la Señora Abraza Cabeza también

¿La Señora Abraza Cabeza?»

Braulio siguió la mirada de Liliana hasta la parte trasera del auto. Los ancianos siempre decían que los niños podían ver cosas impuras cuando eran pequeños. Se preguntó si Liliana vio un fantasma. Al pensar en eso, Braulio se dio cuenta de lo que estaba pensando y no pudo evitar quedarse mudo

¿En qué estaba pensando? En la era tecnológica de la ciencia, ino existen esas cosas irreales!»

-No. -Braulio tocó la pequeña palma de la mano de Liliana-. No digas tonterías

Braulio llevó a Liliana al estacionamiento y eligió un todoterreno verde militar limpio y poco manejado. Luego, se dirigieron hacia la casa de la Familia Castellanos. Liliana se apoyó en la ventanilla y miró hacia atrás. Detrás del auto, el fantasma femenino sostuvo la cabeza y los siguió rápido

-Ella puede caminar durante el día. ¡Es un Espíritu Maligno! -Liliana murmuró-: ¿Qué clase de espíritu 

es

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La Famiita Castellanos esperó hasta el mediodía y por fin vio un todoterreno verde iltaquesseracerc arroganteysterietenia frente a la mansión. Liliana asomó la cabeza por la ventaniiladehautowągritó 

infamili 

-ui.porfavor, abre la puerta

Phrono, Jjulio abrió la puerta y dijo con alegría

-Senorita, por fin volvió! ¡La Abuela Castellanos la extraña mucho!! 

Allwersufrente, julio se sobresaltó

Nolle garantizó el Señor Antonio que la Señorita no se haria danois


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Score 9.9
Status: Ongoing Released: 12/16/2023 Native Language: Spanish
Ocho Peculiares" by Lalia Alejos is a captivating novel that intricately weaves together the lives of eight peculiar characters, exploring the depths of their eccentricities and the interplay of their destinies in a rich narrative that transcends conventional storytelling boundaries.  

Read Ocho peculiares by Lalia Alejos

Detail Novel

Title: Read Ocho peculiares by Lalia Alejos
Publisher: Rebootes.com
Ratings: 9.3 (Very Good)
Genre: Romance, Billionaire
Language: Spanish    
 

Read Ocho peculiares by Lalia Alejos

Capítulo 1

Ciudad Lavanda, primera zona residencial; Mansión Juárez. Hoy era el festival de las linternas. Luces de colores estaban decoradas alrededor de la casa, dando un toque de calidez a la fría atmósfera de la Familia Juárez. De repente, un grito resonó por toda la mansión. —Ay. Seguido de un ruido sordo, ¡una mujer embarazada cayó por las escaleras! Todos se sorprendieron y corrieron hacia ella. Esteban Juárez, presidente de la Corporación Ador Juárez, preguntó rápido: —Débora, ¿estás bien? El rostro de la mujer palideció al ver la sangre fresca que le corría por las piernas. Horrorizada, respondió: —Esteban, me duele... Nuestro bebé... ¡Rápido, salva a nuestro bebé! La madame de la casa, Paula Andrade, presa del pánico, preguntó: —¿Qué sucedió?
Débora miró hacia lo alto de las escaleras con lágrimas en los ojos. Todos levantaron la vista y vieron a una niña, de unos tres años, de pie en lo alto de la escalera. Al ver la mirada de todos, abrazó con fuerza el conejo de juguete que tenía en los brazos, asustada. Ricardo Juárez rugió furioso: —¿Fuiste tú quien empujó a Débora? La niña hizo un berrinche. —No fui yo, y yo no... Mientras lloraba, Débora suplicó: —No... Papá, no es culpa de Liliana. Todavía es joven, y ella no quería... Sus palabras reafirmaron rápido que era culpa de Liliana. Los ojos de Esteban se oscurecieron, y ordenó de inmediato: —¡Enciérrenla en el ático! Me ocuparé de ella en cuanto regrese. El otro se apresuró a enviar a Débora al hospital mientras los sirvientes arrastraban a Liliana escaleras arriba. Incluso cuando se le cayó un zapato, mantuvo un rostro obstinado y no suplicó ni gritó pidiendo ayuda.

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