Read Ocho peculiares by Lalia Alejos Capítulo 98

Read Ocho peculiares by Lalia Alejos Capítulo 98

Capítulo 98 ¿Cómo te atreves a enfadarte mientras gastas mi dinero

La expresión de Enrique se volvió sombria. Sintio que Rebeca peritia el rostro il perder los estribos delante de sus parientes. Lidia seguia aumentando el caos 

-¿Por que te enfadaste cuando te hice una sugerencia: Si no quieres que te demos una idea idilol No olvides que antes eras empleada de un supermercado Quiza hayas tenido la suerte de ganar algo de dinero en los últimos años, pero puede que este año te quedes sin trabajo Te conviene comprar una casa más barata

Enrique saco con disgusto las llaves, la cartera y el movil Los tire sobre la mesa se quito los zapatos y luego se apoyo en el sofa como un rey arrogante

-Lidia nene razón. Además, te paga hoy el editor Acuentate de transferio a mi tarjeta para no malgastar el dinero

Lidia asintio con aprobación. Elliot le dijo que Rebeca sempre compraba mascarillas faciales caras. Lidia no podía entenderlo, iPor que una mujer casada y con hijos tenta que maquias y cuidarse la piel Rebeca tendria el mismo aspecto cuando envejecera 

En el sofa, Rebeca no dijo nada. Tomo el movil y se conecto al internet Habia transferido a Enrique todo el dinero que habia ganado a lo largo de los años y lo habia esto en su tarjeta bancara. En cuanto a la cuota mensual de publicación, Enrique sabía mejor que ella quanto ganana 

Agarro todo su dinero y le dijo que no la dejar gustare. Todos e eu familia estaban muy obsesionados con el dinero, y les gustaba ver cómo se acumulaba la cantidad en la targeta bancaria Siempre lo vigilaban y no le permitian gastarlo, pero estaban dispuestos a gastar mucho dinero para comprarse algo

Rebeca no queria quejarse de ello porque Enrique era sumando Pero aho Liliana tenía razón. ¡Podia gastarse el dinero que ganaba en lo que quisiera Los demas no tema derecha darle ordenes

En la mesa auxiliar, el móvil de Enrique recibió un mensaje de texto con un 

de verificación. Rebeca agarro el movil de inmediato, introdujo el codigo QR luego Devo el móvil a la habitación y verificó la identidad. De una sola vez, transtirio varios cientos de millones de su dinero a su cuenta. Enrique seguia con el ceño fruncido y pregunto 

-Me escuchaste? Que haces con mi movil 

Rebeca se burló y le tiro el móvil en el rostro

-Te gastas mi dinero y todavia me pides que te transfer dinero. No volveré à hacerlo! Vete al infierno. -Señaló a la puerta- Además, soy yo quien quiere comprar una casa, ipero todos lo discutieron sin pedir mi opinión! Tus parientes no son mis partentes. Los acogere si vienen aqui como invitados. Pero si tienen muchas ideas y sugerencias. Ise larganl 

Nicole bebia leche mientras subia y bajaba del sofi habia huellas negras de manos en él y la leche se derramabá. Rebeca pated la mesa auxiliar. Elliot compró aquella mesa de caoba por cien. Rebeca hace tiempo que queria tirarla. Sintio bien dindale una patada Levanto las cejas y regañó a Nicole

-¡Y ru! Si quieres comertelo, icometelo bien! O te echo

Nicole, Lidia y Enrique se quedaron de piedra. Elbot, que salió y vio su mesa auxiliar volcada, también se quedó de piedra. Era la primera vez que vezan a Rebeca asi, y se sintieron molestos. Enrique gritó 

enfadado

-Rebeca, estás loca? Hablale bien a Lidia 

||| 

1/3 

12:54 Sat, 16 Dec. 

Capítulo 98 ¿Cómo te atreves a enfadarte mientras gastas mi dinero

Rebeca dio un paso adelante y, agraviada, abofeteó con fuerza a Enrique

Papál 

-¡Hablame bien a mi primero

86

+3 Cupones 

En el collar de jade, una luz roja indetectable pasó una vez para apoyar a Rebeca. Ella levantó la barbilla con arrogancia y dureza. Enrique temblaba de rabia

-TuLargo de aqui

Rebeca volvió a abofetearlo

INo olvides que esta casa también es mia! ¡Eres quien tiene que salir

Lidia abrió la boca sobresaltada y dejó caer al suelo el pequeño pastel que queria regalarle a Nicole. Elliot, que estaba a punto de decir algo, no pudo hablar. Enrique estaba furioso, se levanto feroz y alzó la mano

Rebeca se mofó

-Vamos, pégame! Pégame

A Enrique se le hinchó el pecho, al final renunció a golpear a Rebeca. Tomo las llaves del auto, apretó los dientes y dijo 

-¡No te arrepientas

Rebeca miró con indiferencia a Lidia y Nicole en el suelo. Lidia recogió rápido a Nicole y salió corriendo a toda prisa. Elliot estaba furioso

-Rebeca, estás loca… 

Rebeca agarró un jarrón de jade de la mesa y se lo lanzó a Elliot para interrumpirus palabras

-¿Loca? Cada vez que tenemos una discusión, siempre dicen que estoy loca! ¡Hoy les mostraré la verdadera locura

El jarrón de jade se hizo añicos bajo los pies de Elliot y dejó al descubierto la tierra de su interior. Elliot tembló de rabia. Después de dar un pisotón, persiguió a Enrique con rabia. Antes de salir, dio un fuerte portazo. Lidia sacudió la cabeza

-¡Nunca había visto este tipo de mujer! ¡Lo hicimos por su bien! ¿Por qué perdió los estribos? No nos apreciaba en absoluto

Elliot estaba lleno de ira

-Déjala en paz! Luego se arrepentirá

Elliot pensó que Rebeca les rogaría que volvieran. Estaba segura de que no encontraría otro buen hombre como Enrique, ya que se preocupaba por la familia. No malgastaba el dinero, no jugaba ni se metia con nadie y solo iba a pescar. Como Rebeca habia tenido hijos, Elliot pensó que Rebeca no se divorciaría de él y que no tenía ninguna posibilidad de volver a casarse con otro hombre

Regresaron enfadados a su ciudad natal. Dentro de la casa, Rebeca hizo una llamada

-Hola. Quiero la casa victoriana que me presentó ayer, firmare el contrato ahora mismo. Además, layúdeme a vender mi casa actuall 

2/3 

12.54 

86

+3 Cupones 

Capitulo 98 ¿Cómo te atreves a enfadarte mientras gastas mi dinero

Enrique y Elliot pensaron que tenían derecho a hablar, pero Rebeca romperia sus ilusiones. Por la tarde, Rebeca compró la casa por 5 millones. Era su conjunto favorito con una decoración exquisita para mudarse. Después de comprar la casa, fue a transferir la propiedad de inmediato. Su hijo y su hija estaban en su residencia registrada. La transferencia era cómoda y rápida. Así que pudo completarla en menos de una hora 

Durante el traslado, contrató a un equipo de limpieza. Antes limpiaba la casa, pero ahora podia limpiar y desinfectar el nuevo lugar sin mover un dedo. También contrato a un equipo de mudanzas para trasladar todas sus cosas y las de sus hijos. Y las cosas de Enrique y Elliot? Rebeca no fue despiadada. Ella empacó sus cosas y los envió de vuelta a su ciudad natal

Pronto se puso un traje nuevo, se maquilló muy bien y llevó el bolso Chanel que se había comprado para ir a recoger a sus hijos al colegio. Llevó a sus hijos a la nueva casa y preparó una gran cena. Sus hijos se quedaron atónitos

-¡Mamá, eres genial! -dijo la hija de Rebeca

Elho de Rebeca pregunto

-Mami, dónde están papá y la abuela

Rebeca sonrio

-Tu papa y tu abuela piensan que el pueblo es mejor, asi que se van a vivir alla. ¿Quieres vivir en una casa conmigo o irte a vivir con tu papá y tu abuela

Los dos niños levantaron la mano, entusiasmados

-Queremos vivir en una casa

Rebeca sonrió

Resultó no ser tan dificil como pensaba! ¡Y es genial!

Rebeca se sintió mejor. Resulta que ganar dinero no significaba que viviera una buena vida. Solo podía ser feliz cuando tenía confianza en si misma y era fuerte

||| 


Read Ocho peculiares by Lalia Alejos

Read Ocho peculiares by Lalia Alejos

Score 9.9
Status: Ongoing Released: 12/16/2023 Native Language: Spanish
Ocho Peculiares" by Lalia Alejos is a captivating novel that intricately weaves together the lives of eight peculiar characters, exploring the depths of their eccentricities and the interplay of their destinies in a rich narrative that transcends conventional storytelling boundaries.  

Read Ocho peculiares by Lalia Alejos

Detail Novel

Title: Read Ocho peculiares by Lalia Alejos
Publisher: Rebootes.com
Ratings: 9.3 (Very Good)
Genre: Romance, Billionaire
Language: Spanish    
 

Read Ocho peculiares by Lalia Alejos

Capítulo 1

Ciudad Lavanda, primera zona residencial; Mansión Juárez. Hoy era el festival de las linternas. Luces de colores estaban decoradas alrededor de la casa, dando un toque de calidez a la fría atmósfera de la Familia Juárez. De repente, un grito resonó por toda la mansión. —Ay. Seguido de un ruido sordo, ¡una mujer embarazada cayó por las escaleras! Todos se sorprendieron y corrieron hacia ella. Esteban Juárez, presidente de la Corporación Ador Juárez, preguntó rápido: —Débora, ¿estás bien? El rostro de la mujer palideció al ver la sangre fresca que le corría por las piernas. Horrorizada, respondió: —Esteban, me duele... Nuestro bebé... ¡Rápido, salva a nuestro bebé! La madame de la casa, Paula Andrade, presa del pánico, preguntó: —¿Qué sucedió?
Débora miró hacia lo alto de las escaleras con lágrimas en los ojos. Todos levantaron la vista y vieron a una niña, de unos tres años, de pie en lo alto de la escalera. Al ver la mirada de todos, abrazó con fuerza el conejo de juguete que tenía en los brazos, asustada. Ricardo Juárez rugió furioso: —¿Fuiste tú quien empujó a Débora? La niña hizo un berrinche. —No fui yo, y yo no... Mientras lloraba, Débora suplicó: —No... Papá, no es culpa de Liliana. Todavía es joven, y ella no quería... Sus palabras reafirmaron rápido que era culpa de Liliana. Los ojos de Esteban se oscurecieron, y ordenó de inmediato: —¡Enciérrenla en el ático! Me ocuparé de ella en cuanto regrese. El otro se apresuró a enviar a Débora al hospital mientras los sirvientes arrastraban a Liliana escaleras arriba. Incluso cuando se le cayó un zapato, mantuvo un rostro obstinado y no suplicó ni gritó pidiendo ayuda.

Comment

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Options

not work with dark mode
Reset