Read Ocho peculiares by Lalia Alejos Capítulo 66

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Capitulo 66 Nos vemos en el bosque después de clase 

Capítulo 66 Nos vemos en el bosque después de clase 

Liliana entró al calon de clases y vio a Carolina. Sus ojos se iluminaron porque von al espintu maligno el hombro de Carolina El espiritu maligno miro fijo a Liliana cuando la sintió 

Pablo

está aqui. Tulipan, enseñame tus progresos 

Liliana apreso los puños y asintiu

na joven profesora Vio a Josue y a Liliana y pregunto con una sonntas 

-Ta debes de ser Liliana, ¿verdad? Estás aqui para experimentar la vida de estudiante con tu herman 

Llanego con la cabeza al principio y asinnos 

podia dear la verdad porque no querta ver a la profesora salir comendo de baño semidesnuda con 

La profesora seria de la simpatica reacción de Liliana. Preguntas 

-Je vas sentar con tu hermano

Josue se dio la vuelta. La profesora se preguntaba si dehia cambiar a la person’sentada junto a Josué a otro asiento. Sin embargo Liliana señaló el asiento vacio junto a Carolina y dijo 

-Profesora, quiero sentarme junto a Carolina

La profesora dijo

-Ah. claro. El estudiante al lado de Carolina está ausente hoy 

Pablo no podia creer su suerte

Carolina no parecia contenta porque no queria sentarse al laitonese Liliana. Todavía recordaba como Liliana le echo ensalada durante el campamento. Sin embargo, usia alumna sentada delante de Carolina dio la vuelta y dijo

-Vaya, Carolinal Además de la Familia Soto, hoën eres amiga de la familia Castellanos

Por lo demás, no Jhia ninguna otra razón para que Carolina se sentara a su lado

Carolina ya no se sentia tan mal. Su vanidad habta quedado satisfecha. Sonrio y dijo

-En realidad no solo fui a un campamento con Lilum anders 

-Liliana, ven aqui 

Carolina serialo la silla junto a ella. Liliana corno al lado de Carolina mientras llevaba su mochila y se sento. Antes de que Carolma pudiera acercame a Liliana la vio acar una tortuga de su mochila y ponerla boca arriba en la mesa Luego, Liliana saco un lara y la meta dentro del cajon. Poli corrio y se escondió dentro del cajón

Sat, 16 Dec 

Capítulo 66 Nos vemos en el bosque después de clase 

Todos en la clase se quedaron boquiabiertos y Josué se tapó la cara avergonzado

-Liliana, esto es?preguntó la profesora

Liliana dijo

88

+3 Cupones 

-No se preocupe, profesora. La tortuga no habla. Poli también estará callado. Se sienten solos cuando estoy en la academia, por eso quieren seguirme

La profesora estaba desconcertada. Se preguntaba cómo los animales o incluso una niña como Liliana sabian lo que era la soledad

Sin embargo, la profesora se limitó a decir con una sonrisa 

-Liliana, esto es un aula. Tengo que llevarmelos si la tortuga o el loro afectan a la clase. Te parece bien

Aquella mañana, la junta directiva de la academia tenia una reunión de urgencia antes de las clases. La Familia Castellanos era el mayor patrocinador de la Academia Privada Animas. Antes de hacerse famosa, necesito mil millones para invertir en edificios académicos y contratar a profesores de renombre

Solo la familia Castellanos invirtió ochocientos millones en la academia. Por eso el director aceptó de inmediato cuando Antonio le pidió a la academia que admitiera a su sobrina

La profesora no pudo hacer nada cuando vio a la tortuga sentada y al loro quieto dentro del cajón. La profesora no tuvo más remedio que empezar a enseñar

Pablo flotó a un lado y miró fijo al espiritu maligno que estaba sobre la cabeza de Carolina. El espíritu maligno también miró a Pablo con cautela. No podía percibir ninguna intención de Pablo, asi que se preguntó que era Pablo

Pablo le mostró el espíritu maligno a Liliana

-Este es un espiritu de vanidad. Tulipán, pidele a Carolina que se reúna en el bosque. Ta capturaremos. Dile que se reúna contigo en el bosque después de clase

Liliana asintió. Liliana se acercó a Carolina y le dijo con seriedad

-No te vayas después de clase. Nos vemos en el bosque

Carolina se quedó estupefacta y pregunto

-¿Qué

Después de la primera clase, la profesora se acercó a Liliana y se sorprendió al ver lo seria que estaba, como si de verdad hubiera ido a estudiar

La profesorá se acercó a Liliana y le preguntó 

-Liliana, fentiendes la pregunta

No esperaba que Liliana lo entendiera, pero la vio asentir

-Entiendo. La tienda trajo cincuenta cestas de fruta. Vendió doce cestas por la mañana y catorce cestas por la tarde. La respuesta de cestas restantes es veinticuatro cestas

Un obrero está preparando un tramo de una carretera de cien metros. El primer dia reparó sesenta

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12:49 Sat, 16 Dec. 

Capitulo 66 Nos vemos en el bosque después de clase 

-3 Cubchas 

cuatro metros. En seis dias, ¿cuántos metros tiene que reparar en promedio? La respuesta es seis metros

La profesora se sorprendió

-Liliana, eres increible

Liliana estaba confusa y preguntó 

-Maestra. Si el obrero puede reparar sesenta y cuatro metros en un dia, por que solo reparateis metros cada dia? ¿No puede arreglarios todos en un dia

La profesora estaba desconcertada. No podía responder a la pregunta de Liliana. Entonces entro el profesor de matemáticas y preguntó 

-Entiende Liliana lo que dice la profesora 

Liliana asintió y dijo

-Si lo entiendo

Liliana no sabía por que le habian hecho esa pregunta

La profesora le presentó a Liliana al profesor de matemáticas, que la visitar 

-Liliana es asombrosa. Recuerda todo lo que se le enseña 

Nunca admitiria que estaba intentando ignorar la pregunta de Liliana. Era vergonzoso que no pudien responder a la pregunta de una niña de cuatro años

El profesor de matematicas se intereso y preguntó 

-Ah. isi Dejame hacerte una pregunta entonces… 

-Un niño tenia en el bolsillo cincuenta paletas, setenta malvaviscos y cien gomis. Después de comerse cincuenta paletas, sesenta malvaviscos y cien gomitas, iqué caramelos le quedan 

Liliana negó con la cabeza

-El niño tendrá diabetes

fo abom mism 

El abuelo le dijo a Liliana que la abuela tenía diabetes porque comia demasiados dulces 

Los dos profesores se quedaron estupefactos antes de reir a carcajadas porque la respuesta de Liliana no tenia nada de malo


Read Ocho peculiares by Lalia Alejos

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Score 9.9
Status: Ongoing Released: 12/16/2023 Native Language: Spanish
Ocho Peculiares" by Lalia Alejos is a captivating novel that intricately weaves together the lives of eight peculiar characters, exploring the depths of their eccentricities and the interplay of their destinies in a rich narrative that transcends conventional storytelling boundaries.  

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Detail Novel

Title: Read Ocho peculiares by Lalia Alejos
Publisher: Rebootes.com
Ratings: 9.3 (Very Good)
Genre: Romance, Billionaire
Language: Spanish    
 

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Capítulo 1

Ciudad Lavanda, primera zona residencial; Mansión Juárez. Hoy era el festival de las linternas. Luces de colores estaban decoradas alrededor de la casa, dando un toque de calidez a la fría atmósfera de la Familia Juárez. De repente, un grito resonó por toda la mansión. —Ay. Seguido de un ruido sordo, ¡una mujer embarazada cayó por las escaleras! Todos se sorprendieron y corrieron hacia ella. Esteban Juárez, presidente de la Corporación Ador Juárez, preguntó rápido: —Débora, ¿estás bien? El rostro de la mujer palideció al ver la sangre fresca que le corría por las piernas. Horrorizada, respondió: —Esteban, me duele... Nuestro bebé... ¡Rápido, salva a nuestro bebé! La madame de la casa, Paula Andrade, presa del pánico, preguntó: —¿Qué sucedió?
Débora miró hacia lo alto de las escaleras con lágrimas en los ojos. Todos levantaron la vista y vieron a una niña, de unos tres años, de pie en lo alto de la escalera. Al ver la mirada de todos, abrazó con fuerza el conejo de juguete que tenía en los brazos, asustada. Ricardo Juárez rugió furioso: —¿Fuiste tú quien empujó a Débora? La niña hizo un berrinche. —No fui yo, y yo no... Mientras lloraba, Débora suplicó: —No... Papá, no es culpa de Liliana. Todavía es joven, y ella no quería... Sus palabras reafirmaron rápido que era culpa de Liliana. Los ojos de Esteban se oscurecieron, y ordenó de inmediato: —¡Enciérrenla en el ático! Me ocuparé de ella en cuanto regrese. El otro se apresuró a enviar a Débora al hospital mientras los sirvientes arrastraban a Liliana escaleras arriba. Incluso cuando se le cayó un zapato, mantuvo un rostro obstinado y no suplicó ni gritó pidiendo ayuda.

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