Read Ocho peculiares by Lalia Alejos Capítulo 110

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Capítulo 110 El invento genial del bebé Josué 

Capítulo 110 El invento genial del bebé Josué 

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Los miembros de la Familia Castellanos miraron a Braulio con miradas penetrantes. Los labios de Braulio se levantaron

-No tienes que decir eso, pequeña

Beatriz se molestó más al ver que Braulio lo admitía

-¿Qué le enseñó a Liliana?»

Sospechaba que las heridas en la frente de Liliana se debían a que Braulio le enseñó a usar la frente para partir un ladrillo. Beatriz miró a Braulio de pies a cabeza

<<Este criminales demasiado alto. Tenía una bonita postura y el cabello negro con ligeros rizos. También parecía misterioso con sus ojos oscuros»

-Toma asiento, ya que estás aquí

Beatriz señaló el sofá. Gilberto alborotó el cabello de Liliana

–Liliana, ve a divertirte con Josué primero. Nosotros conversaremos con tu padre, ¿de acuerdo? 

Josué tomó a Liliana de la mano y le dijo

-Vamos. Te enseñaré algo genial

-¡De acuerdo! -respondió Lily feliz y se fue con Josué

Desde el punto de vista de Liliana, sus abuelos, su tío y su papá eran buena gente. No había nada de lo que tuviera que preocuparse. Braulio la miró subir las escaleras, corriendo emocionada con un loro siguiéndola

¿Acaba de ser abandonado por su hija?»

Braulio miró a su alrededor y vio al Abuelo Castellanos, a la Abuela Castellanos ya los hermanos Castellanos. Hacen que Liliana se vaya porque van a interrogarlo sobre lo ocurrido aquel ano, Era comprensible, Julieta era su preciosa hija. Si a Liliana se la llevara algún mocoso sin motivo, actuaría con más agresividad. Aunque Braulio se sentó de forma correcta en el sillón, seguía pareciendo tan salvaje como siempre

-Solo pregunten lo que quieran preguntar

Braulio no tenía miedo de los interrogatorios, ya que tenía innumerables experiencias de eso

Josué arrastró a Liliana a su habitación y le presentó sus inventos de los últimos dias

-¡Mira esto

Josué tomó con entusiasmo una videograbadora digital HD. Liliana la tomó y le dio la vuelta con curiosidad

Modifiqué esta videograbadora. Mejoré la función de visión nocturna por infrarrojos. Podría buscar su objetivo utilizando luz infrarroja y formar una imagen a partir de la luz refractadaTal vez podría 

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Capítulo 110 El invento genialded brieffosué 

fotografiar un espíritu

-Oh, ya veo dijo Liliana con el rostrooieexpresivo

En realidad, no entendía nada década José dejó la videograbadora sin preocupación sobre la mesa. Luego, sacó un objeto grandecyyreddrukdo que parecia un tazón de hierro. Estaba cubierto con un trozo tela. Liliana preguntó 

-Josué, ¿qué es esto?! 

Josué desató las correas lèvamnod da cela negra. Apareció un gran tazón de hierro

-Después de inis incansablées esfuerzos y cálculos, descubrí que existe una estrecha relación entre los campos magnéticos y los sistamientos de espiritus. Me llevó días averiguar la fórmula más aproxima la grabé aqui

Josué explicó

-Este tazón de derrooppede parecer normal, pero debajo puse dos imanes NdFeB. Suponiendo queda densidad deda supernatie magnetica searo, entonces… 

Liliana estaba.cccftissa

-Josué, ideoquétestias hablando

Josué hizo uma poassayyddio

-Creo qued doseeppirings son una sustancia específica que puede interferir con el campo magnédico Hi un patroneggiandel campo magnético en mi tazón de hierro. Sin embargo, cuando um espírituvessia cerra, saznbia elcampo magnéticoLa aguja está ajustada con fluctuaciones magnéticas anumpecgean que signifiaca uèi agua es muy sensible. Cada vez que un espíritu aparece cerca, la aguja ginanza zaid hasta quecappuce a una dirección determinada… 

Lilianascoecdó en silencio y después de pensar un momento, preguntó

-Josué¿boocesana brújula entonces

Josuées sangraedó sin habla. Estaba aturdido

-impossiblejaabsolutamente imposible!»

Pitaco varios días fabricando esto. ¿Cómo podía existir un prototipo en la realidade1 Alinna consoló a je 

-osuél hiciste una brújula! ¡Eres genial

Jdouard esizba disgustado. Liliana añadió

-Hobué tu brújula es diferente. Otras tienen palabras en ella, la tuya tenia fórmulasilhas formulas m gustan más que las palabras

Esores

Ajosué se de iluminaron los ojos

Los cálculos serán más exactos usando fórmulas!»

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12:58 Sat, 16 Dec. 

Capitulo 110 El invento genial del bebe Josue 

-Josué, ¿para qué sirven todas estas cosas?-progmolliflian

Josué encendió su portátil y abrió una página web 

-Creé una página web y publiqué dos disertaciones pero se burlan de mi en los comentarios

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Desde que el público puso en Twitter sussvidscovitetteorias sobre avistamientos de espiritus, mucha gen los veía. Sin embargo, esa gente los veia polissbromasy sussimpatia. Tenía que demostrar que su teori de los avistamientos de espíritus era ciertas

-Mmm… 

Liliana no estaba segura

-De acuerdo. Lo probaremos ahoaaditojosue

Tomó el tazón y camino alrededto

-Lo probé aquí. No pasa nada poconsequi no hay espiritus. verdad? -Josué dijo mientras sonreía– detector es genial. Puede detectnesspmuus sien verdad hay uno. Liliana. por favor verificalo

Liliana podía ver espiritus pasabay nada taro en el tazón. Sus cálculos eran correctos. Ella miró por ventana. Había un espiritufferno cabeza que sostenía su cabeza en sus brazos, mirando de form fija a Josué. El se dio cuentatoquella aguja estaba girando rápido

-Puse el imán al revesRosviso bimán y se quedó confundido. No, es extraño. ¿Algo salió mal?? 

¿Cómo es que hay una coaction en cuanto Liliana regresa? ¿Podría ser que el campo magnético de ella diferente de los demás.. 

Josué acerco de inmediacootazzonacia Liliana. La aguja no se movía de nuevo

-Extraño, está rotto

-Olvidalo. Josuée

Josué siguió la direction de la aguja y llegó a la ventana. Estaba inmerso en los mente. Oxidóépsorocompléto eluso original de este tazón de hierro

-No, nose precliccadicular. Ekúltimo paso es verificar¡Oh, se detuvo

La aguja apunaabacen una dirección anormal

–Estones…. 

Josue to mientras miraba hacia arriba. Estaba aturdido

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Xesultadossern


Read Ocho peculiares by Lalia Alejos

Read Ocho peculiares by Lalia Alejos

Score 9.9
Status: Ongoing Released: 12/16/2023 Native Language: Spanish
Ocho Peculiares" by Lalia Alejos is a captivating novel that intricately weaves together the lives of eight peculiar characters, exploring the depths of their eccentricities and the interplay of their destinies in a rich narrative that transcends conventional storytelling boundaries.  

Read Ocho peculiares by Lalia Alejos

Detail Novel

Title: Read Ocho peculiares by Lalia Alejos
Publisher: Rebootes.com
Ratings: 9.3 (Very Good)
Genre: Romance, Billionaire
Language: Spanish    
 

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Capítulo 1

Ciudad Lavanda, primera zona residencial; Mansión Juárez. Hoy era el festival de las linternas. Luces de colores estaban decoradas alrededor de la casa, dando un toque de calidez a la fría atmósfera de la Familia Juárez. De repente, un grito resonó por toda la mansión. —Ay. Seguido de un ruido sordo, ¡una mujer embarazada cayó por las escaleras! Todos se sorprendieron y corrieron hacia ella. Esteban Juárez, presidente de la Corporación Ador Juárez, preguntó rápido: —Débora, ¿estás bien? El rostro de la mujer palideció al ver la sangre fresca que le corría por las piernas. Horrorizada, respondió: —Esteban, me duele... Nuestro bebé... ¡Rápido, salva a nuestro bebé! La madame de la casa, Paula Andrade, presa del pánico, preguntó: —¿Qué sucedió?
Débora miró hacia lo alto de las escaleras con lágrimas en los ojos. Todos levantaron la vista y vieron a una niña, de unos tres años, de pie en lo alto de la escalera. Al ver la mirada de todos, abrazó con fuerza el conejo de juguete que tenía en los brazos, asustada. Ricardo Juárez rugió furioso: —¿Fuiste tú quien empujó a Débora? La niña hizo un berrinche. —No fui yo, y yo no... Mientras lloraba, Débora suplicó: —No... Papá, no es culpa de Liliana. Todavía es joven, y ella no quería... Sus palabras reafirmaron rápido que era culpa de Liliana. Los ojos de Esteban se oscurecieron, y ordenó de inmediato: —¡Enciérrenla en el ático! Me ocuparé de ella en cuanto regrese. El otro se apresuró a enviar a Débora al hospital mientras los sirvientes arrastraban a Liliana escaleras arriba. Incluso cuando se le cayó un zapato, mantuvo un rostro obstinado y no suplicó ni gritó pidiendo ayuda.

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