Read Ocho peculiares by Lalia Alejos Capítulo 92

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Capitulo 92 ¡Tiene una hija

Capítulo 92 ¡Tiene una hija

Lidia tomo a Nicole y se dio la vuelta

¡No! ¡No quiero sentarme aquí! Que mala suerte encontrarse.. 

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Antonio ignoró a Lidia. Se sentó junto a los niños y cruzó las piernas. Sujetó las palomitas mientras estiraba una mano para colgarse del respaldo de la silla. Protegia a los niños entre sus brazos

-Vete si no te sientas! -dijo Antonio-. Si vuelvo a verte, no podrás quedarte en este parque de 

atracciones

Era autoritario y poco razonable. Lidia no se atrevió a replicar. Resopló, se llevó a Nicole enfadaday 

murmuró 

-Bah! Los padres maleducados enseñan a los hijos maleducados! Los ricos son unos arrogantes. La gente de las grandes ciudades no tiene modales…. 

Rebeca se apresurò a pedir disculpas a Antonio. Después de arreglar el problema con impotencia, persiguió a Lidia mientras decía 

-Basta, Lidia. Por favor, habla menos

Lidia resopló mientras Nicole gritaba

-Quiero jugo

-Lo compraré más tarde -respondió Rebeca

Nicole siguió gritando

-¡Lo quiero ahora

Liliana observó a Rebeca haciendo cola impotente para comprar jugo, y de repente suspiró 

-¡Qué mala suerte tiene

-El maestro dijo que es un espiritu débil. Me pregunto si la tía Rebeca se volverá tan valiente después de que capture al fantasma que hay detrás de ella. Entonces, érechazará lo que no le gusta?, 

Antonio no pudo evitar reírse cuando vio a Liliana frunciendo el ceño de forma graciosa y reflexionando como un adulto

-Comete las palomitas.Hizo una pausa y luego recalcó: No se lo digas a tu abuelita cuando vuelvas

Las palomitas eran dulces, sobre todo las de afuera. Beatriz pensó que debían tener material quimico añadido. Lo que hacia en casa era sano, pero por muy bueno que estuviera afuera, era comida basura. Esa era la lógica de Beatriz Liliana agarró las palomitas y se las metió en la boca. Asintió mientras comi 

-Hum, ino lo dire

Dario entorno los ojos hacia el cubo de palomitas y dijo

-Papá, estas enseñando mal a Liliana

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Capitulo 92 iTiene una hija

-Callaterespondió Antonio

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-¿Y si me regañan otra vez cuando vuelva? Solo puedo pedirle a Liliana que lo mantenga en secreto-

-¡Dario, no te preocupes! No me portaré maldijo Liliana

Dario se quedó sin habla. Cuando los niños terminaron de comer las palomitas y de beber el jugo, ya erant las cinco de la tarde. Antonio mirá el reloj 

-Es hora de volver

Liliana levantó la mano

-Tio Antonio, quiero ir al baño

-¡Yo también quiero! -dijo Ana de inmediato

Josué se levantó

-Yo también voy 

Dario no pudo evitar poner los ojos en blanco con gracia

-¿Por qué Josué las sigue al baño

Liliana y Ana corrieron adelante mientras se tomaban de las manos. Josué murmuró en su corazón

-¿Por qué las chicas pueden ir de la mano al baño, pero los chicos no-

Josué miró a Dario, que caminaba detrás. Dario dijo

-¡Ni se te ocurra

Josué asintió

-Bueno, seria raro que los chicos fueran al baño de la mano- 

Liliana y Ana entraron al baño. Pronto, Liliana salió y preguntó a través de la puerta

-Ana, iya terminaste

-Ahora estoy haciendo cacarespondió

-¿Qué? ¡Dijiste caca hace un momento!-preguntó Liliana

-Si, lo dije, pero no puedo contenermerespondió Ana. Liliana se quedó sin habla, luego Ana grito- ¡No huyas! Espérame

Liliana se quedó parada unos segundos

-Ana apesta! ¿Qué puedo hacer?– 

Liliana rebuscó en su pequeña mochila hasta encontrar una máscara y se la puso

=Todavía apesta-

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Capitulo 92 ¡Tiene una hija

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Continuó y encontro un pequeño chal Beatriz dijo que podría tener frio en el auto con aire acondicionado, asi que se lo dio. Liliana sacó el chal y se lo envolvió alrededor de la cabeza y la nariz. Ella no pudo evitar divertirse al ver a Liliana asi 

-Tu hermana te dijo que esperes, pero puedes esperar afuera si sientes que apestas

-No, debo cumplir mi palabracontesto Liliana

-¡No te vavasgritó Ana

La mujer se rio, sacudio la cabeza y salio. Liliana se sintió sin aliento

-Anya terminaste

-Espera un poco masrespondió Ana 

-Cuanto es un pocopreguntó Liliana

-Yo tampoco lo se. A verdijo Ana 

La gente que hacía cola afuera no pudo evitar soltar una carcajada al ver la interacción de Liliana y Ana Liliana cruzó las manos en el chal y siguió tapándose la nariz

-Ana date prisa! No puedo aguantar más

-Namonos! ApestaAna por fin salio

Liliana salió corriendo mientras gritaba 

Dios mo. qué mal huelet 

Mientras tanto, Antonio esperó a que los niños salieran en el pasillo público, y vio Liliana salir corriendo mientras se tapaba la nariz. Al ver à Liliana asi, Antonio se sintió extraño y pensé la salud pública del patio de recreo no era tan buena. Antonio sostuvo su móvil y envió un mensaje 

-Compra ese terreno en las afueras y planea un parque de atracciones. Dame el plan esta noche 

Carlos, que recibió el mensaje en la empresa, estaba lleno de dudas. Después de que Liliana saliera corriendo, se quitó la máscara, y luego respiro hondo. Ella en realidad queria decir que el aire exterior era mejor, pero todavia estaba en la puerta del baño

-Que asco. -Rápido se lavo las manos y corrió hacia Antonio- Tio Antonio

Liliana cornó feliz con sus dos trenzas rebotando. Antonio se agacho y la abrazó. De inmediato sintió un ligero olor en su cuerpo, Antonio dio un golpecito en la pantalla y envió otro mensaje

-En especial la sanidad pública, planificalo mejor 

Carlos, por su parte, tenia más dudas

Qué ha pasado? El Señor Antonio dijo que hoy había llevado a la señorita al parque de atracciones, Se cayó en el baño?– 

Liliana se abrazo al cuello de Antonio y le preguntó 

-Tio Antonio, puedes ayudarme a averiguar dónde vive la tia Rebeca

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12:53 Sat, 16 Dec 

Capitulo 92 Tiene una hija

Antonio preguntó a Liliana cuando vio acercarse a Ana, Josue y Dario

-¿Por qué la buscas

-Atrapa fantasmas! -susurró Liliana 

Antonio se quedó estupefacto y luego contesto 

-Vale

Ni siquiera pregunto los detalles e hizo todo lo que Liliana queria

Por otro lado. Braulto consiguió toda la información sobre la Familia Castellanos, que incluia las fotos de todos

-Julieta CastellanosMiro la foto en silencio y pregunto- Estaba muerta?. 

Frunció el ceño e inexplicablemente se sintió irritado. En la foro, Julieta parecia pálida y debu. No podo ver el rostro de Julteta aquella noche. pero sus ojos le resultaban familiares 

-Quiero saber su paradero en estos cinco años. Ve a investigarla 

El hombre de al lado respondió 

-Señor Mendoza, no necesitamos investigar eso. Antes de que Julieta perdiera la memoria a causa de la leucemia, se fue a Ciudad del Sur. La señorita de la Familia Castellanos acaba de volver de all 

Braulio se quedó en silencio. Volvio a tomar la foto de Liliana y la coloco junto a la de Jaltera. Liliana Castellanos 

Hum, resulta que ahora tengo una hija


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Score 9.9
Status: Ongoing Released: 12/16/2023 Native Language: Spanish
Ocho Peculiares" by Lalia Alejos is a captivating novel that intricately weaves together the lives of eight peculiar characters, exploring the depths of their eccentricities and the interplay of their destinies in a rich narrative that transcends conventional storytelling boundaries.  

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Detail Novel

Title: Read Ocho peculiares by Lalia Alejos
Publisher: Rebootes.com
Ratings: 9.3 (Very Good)
Genre: Romance, Billionaire
Language: Spanish    
 

Read Ocho peculiares by Lalia Alejos

Capítulo 1

Ciudad Lavanda, primera zona residencial; Mansión Juárez. Hoy era el festival de las linternas. Luces de colores estaban decoradas alrededor de la casa, dando un toque de calidez a la fría atmósfera de la Familia Juárez. De repente, un grito resonó por toda la mansión. —Ay. Seguido de un ruido sordo, ¡una mujer embarazada cayó por las escaleras! Todos se sorprendieron y corrieron hacia ella. Esteban Juárez, presidente de la Corporación Ador Juárez, preguntó rápido: —Débora, ¿estás bien? El rostro de la mujer palideció al ver la sangre fresca que le corría por las piernas. Horrorizada, respondió: —Esteban, me duele... Nuestro bebé... ¡Rápido, salva a nuestro bebé! La madame de la casa, Paula Andrade, presa del pánico, preguntó: —¿Qué sucedió?
Débora miró hacia lo alto de las escaleras con lágrimas en los ojos. Todos levantaron la vista y vieron a una niña, de unos tres años, de pie en lo alto de la escalera. Al ver la mirada de todos, abrazó con fuerza el conejo de juguete que tenía en los brazos, asustada. Ricardo Juárez rugió furioso: —¿Fuiste tú quien empujó a Débora? La niña hizo un berrinche. —No fui yo, y yo no... Mientras lloraba, Débora suplicó: —No... Papá, no es culpa de Liliana. Todavía es joven, y ella no quería... Sus palabras reafirmaron rápido que era culpa de Liliana. Los ojos de Esteban se oscurecieron, y ordenó de inmediato: —¡Enciérrenla en el ático! Me ocuparé de ella en cuanto regrese. El otro se apresuró a enviar a Débora al hospital mientras los sirvientes arrastraban a Liliana escaleras arriba. Incluso cuando se le cayó un zapato, mantuvo un rostro obstinado y no suplicó ni gritó pidiendo ayuda.

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