Read Ocho peculiares by Lalia Alejos Capítulo 187

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Capítulo 187 Ni los perros se la comerían

Los policias del centro de detención vieron a Priscila cayendo al suelo y echando espuma por la boca y llamaron enseguida al médico de la prisión.

Tras examinarla, el médico de la prisión no pudo averiguar qué le pasaba.

-No tiene ningún problema, el corazón es normal, la tomografía salió normal, el análisis de sangre es normal. Todo es normal.

Estaba sana. Pero, ¿por qué echaba espuma por la boca y ponía los ojos en blanco?

Varios guardias se miraron y comprendieron.

Uno de ellos se rio:

-¿Otro preso que finge estar loco para evitar que lo metan en la cárcel? Detuve a uno la última vez y fingió

tener amnesia.

El médico de la prisión asintió y tras una rigurosa discusión y un informe, por fin se determinó que Priscila fingia estar enferma para evitar ir a la cárcel.

El médico de la prisión la despertó, luego los carceleros la sacaron y la mantuvieron encerrada. Priscila se sentía muy mal, pero no podía decir qué le pasaba. Tenía la boca y los ojos torcidos, pero pensaron que estaba fingiendo. ¿Por qué daba tanta lástima?

Nadie vio que había un fantasma femenino acostado encima de Priscila, maldiciendo y vomitando.

-¡Está enferma de amor, qué asco!

Tuvo tan mala suerte de encontrarse con Priscila, que era el peor ser humano que había visto en su vida.

El fantasma femenino suprimió sus náuseas y consumió la energia negativa del cuerpo de Priscila. Luego dejó el cuerpo de Priscila y lo escupió.

-INi siquiera los perros comerían esto!

El fantasma femenino se alejó con disgusto.

Priscila fue encerrada en el centro de detención y no podría escapar hasta pasados de tres a cinco años.

Hombres y mujeres estaban separados en la prisión. Al menos no tendría pensamientos delirantes durante esos años. Eso le enseñaría a ser una persona decente.

Priscila miró al cielo fuera de los barrotes de hierro, llorando en silencio, sintiendo que su destino era injusto.

Se suponía que era una heroína, pero estaba irreconocible por su talento. Ni siquiera había conocido a su verdadero amor, una persona que la quería de verdad, la mimaba e incluso moriría por ella.

Unos días antes, no tenia dinero para pagar la renta y escuchó por casualidad que alguien quería encontrar a la Familia Castellanos.

quería

No tuvo más remedio que darles la dirección de la mansión de los Castellanos por unos cientos. No vender la dirección, pero pensó que solo estaba ayudando a alguien. No esperaba que la encerraran. Estaba may triste.

¿Qué hay de malo en ser amable? Buá, buá».

Por otro lado, los familiares de la chica que saltó del edificio volvieron a sus lugares gritando enfadados.

-¿Por qué le tengo miedo? ¡Basta con exponer su dirección en Internet y eso causará controversia!

-Estamos en lo cierto! Nuestra hija se suicidó porque perseguía a su idolo. ¿No debería ser Jonás el responsable?

El padre de la chica asintió, pensando que tenía sentido.

Sin embargo, cuando se trató de quien filtraria la dirección, todos dudaron.

El padre de la chica se levantó con los ojos muy rojos y dijo:

-¡Yo lo haré!

Sostenía su teléfono con una mirada decidida. No tenía miedo. Era él quien había perdido a su hija, era él quien daba pena. ¿Qué perdieron Jonás y la Familia Castellanos? ¿Cómo podían los ricos intimidar a los pobres?

En ese momento, alguien entró corriendo y le dijo:

-¡Espera, no seas impulsivo!

Jadeó y dijo:

-Acabo de enterarme de la mujer que nos vendió la dirección hace unos días, todavía te acuerdas?

El padre de la chica asintió, claro que se acordaba, la chica parecía tener algo raro, pero la dirección era

correcta.

-Me enteré de que la chica fue demandada por la Familia Castellanos y ahora está en prisión. Dicen que no podrá escapar hasta dentro de siete años.

En cuanto salieron estas palabras, el padre de la chica retiró la mano avergonzado, pero sintió más pena y se le notó en el rostro.

-¡Eso es acoso! -dijo molesto.

Todos lo maldijeron, pero nadie se atrevió a seguir pensando en eso.

No era una broma, ipodía acabar en la cárcel durante siete años!

-Papá de Karla, no es que no te vaya a ayudar. Mi tercer hijo va a hacer un examen este año. No pueden atraparme violando la ley. No debo afectar su futuro.

-No llores! Tampoco es que no vaya a ayudarte, pero tengo que cuidar a mi suegra que está paralítica.

Todos querían el dinero, la Familia Castellanos era tan rica que no les supondría ningún problema repartir

veinte millones.

Llegado el momento, los familiares aportarían su esfuerzo y los padres de Karla tendrían que expresar su… gratitud a cada uno de ellos repartiéndose el dinero. Pero ellos solo querían dinero, no querian arriesgarse.

La madre de Karla tenia los ojos hinchados de llorar:

-Debemos olvidarlo? ¿Qué pasa con mi Karla? ¿No murió en vano?

Se negaba a admitir que ella no le importaba. ¿Quién querría que sus hijos tuvieran un accidente?

Ella y su padre estaban ocupados con el trabajo y trabajaban por el bien de su hija. Se negaban a admitir sus errores y les echaban la culpa a los famosos, ya que eran ellos quienes publicaban fotos atractivas de si

mismos.

Su hija estaba obsesionada con los famosos, incluso se acordaba del cumpleaños, la altura, el peso y las aficiones de Jonás. Nunca se había preocupado tanto por sus padres.

Sin embargo, eran sus padres. Trabajaban duro para ganar dinero para la educación y los gastos de su hija. Pero ella recortaba sus gastos en comida y gastaba el dinero en Jonás. Cada mes gastaba miles. Todos sus esfuerzos habían sido en vano?

El padre de Karla dio un manotazo en la mesa, furioso, y dijo:

-¡Ya no me importa! ¿Por qué quería perseguir a sus idolos? Solo sé que Jonás es el causante de la muerte de Karla, ieste asunto no se puede dejar asi!

Después de que todos estuvieron de acuerdo, decidieron causar problemas en la Corporación Castellanos.

No se atrevían a meterse con la Familia Castellanos. Sin embargo, una empresa de cine y televisión tenía que cuidar su reputación.

Cuando Liliana volvió del colegio, se enteró de los problemas causados por la chica que saltó del edificio.

Pablo sacudió la cabeza:

-A algunas personas les gusta culpar a los demás de sus defectos. Piensan que son débiles, así que sus razones están justificadas. Solo porque perdieron a su hija, quieren que todo el mundo se compadezca de ellos y los compense.

En este mundo, muchas personas piensan que son pobres, por lo que se esfuerzan de manera desesperada. Esas personas son admirables, pero siempre había un pequeño número de personas que, cuando les ocurría algo, pensaban que daban lástima y los demás debían ayudarles, de lo contrario, no podrían compensar sus pérdidas..

-Lo que da más miedo es que no piensen que están equivocados -suspiró Pablo.

Había tanta gente diferente en el mundo.

Liliana preguntó:

-Maestro, ¿qué debemos hacer?

Pablo dijo.

-No podemos resolver los asuntos de los demás y tú tampoco deberías ocuparte de ellos. Tú no eres más que una niña. Nosotros solo tenemos que ocuparnos de los fantasmas.

Liliana se quedó perpleja:

-Y?

-Entonces, saca a pasear al Tio Jonás, e iremos a pescar.

Debía de haber alguna conexión entre la chica de rojo y el salto del edificio después de encender una vela roja y aquel Espiritu Maligno.

Se necesitaban al menos diez años para que los fantasmas fueran promovidos a en fantasmas malignos. Incluso si quisieran convertirse en fantasmas malignos, muchos fantasmas no podían aceptar el proceso de muerte repetida y desaparecían. Se volvian humo.

Los que podían convertirse en Espiritus Malignos, guardaban rencor.

Liliana asintió y comprendió.

-¡Vamos a pescar. Tio Jonás! -dijo.

Jonás estaba confuso.

-¿Por qué quiere pescar?».

 


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Score 9.9
Status: Ongoing Released: 12/16/2023 Native Language: Spanish
Ocho Peculiares" by Lalia Alejos is a captivating novel that intricately weaves together the lives of eight peculiar characters, exploring the depths of their eccentricities and the interplay of their destinies in a rich narrative that transcends conventional storytelling boundaries.  

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Detail Novel

Title: Read Ocho peculiares by Lalia Alejos
Publisher: Rebootes.com
Ratings: 9.3 (Very Good)
Genre: Romance, Billionaire
Language: Spanish    
 

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Capítulo 1

Ciudad Lavanda, primera zona residencial; Mansión Juárez. Hoy era el festival de las linternas. Luces de colores estaban decoradas alrededor de la casa, dando un toque de calidez a la fría atmósfera de la Familia Juárez. De repente, un grito resonó por toda la mansión. —Ay. Seguido de un ruido sordo, ¡una mujer embarazada cayó por las escaleras! Todos se sorprendieron y corrieron hacia ella. Esteban Juárez, presidente de la Corporación Ador Juárez, preguntó rápido: —Débora, ¿estás bien? El rostro de la mujer palideció al ver la sangre fresca que le corría por las piernas. Horrorizada, respondió: —Esteban, me duele... Nuestro bebé... ¡Rápido, salva a nuestro bebé! La madame de la casa, Paula Andrade, presa del pánico, preguntó: —¿Qué sucedió?
Débora miró hacia lo alto de las escaleras con lágrimas en los ojos. Todos levantaron la vista y vieron a una niña, de unos tres años, de pie en lo alto de la escalera. Al ver la mirada de todos, abrazó con fuerza el conejo de juguete que tenía en los brazos, asustada. Ricardo Juárez rugió furioso: —¿Fuiste tú quien empujó a Débora? La niña hizo un berrinche. —No fui yo, y yo no... Mientras lloraba, Débora suplicó: —No... Papá, no es culpa de Liliana. Todavía es joven, y ella no quería... Sus palabras reafirmaron rápido que era culpa de Liliana. Los ojos de Esteban se oscurecieron, y ordenó de inmediato: —¡Enciérrenla en el ático! Me ocuparé de ella en cuanto regrese. El otro se apresuró a enviar a Débora al hospital mientras los sirvientes arrastraban a Liliana escaleras arriba. Incluso cuando se le cayó un zapato, mantuvo un rostro obstinado y no suplicó ni gritó pidiendo ayuda.

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